Con su saber hacer próximo, sin perder el hilo y yendo a la idea, el popular meteorólogo de TV3, Tomàs Molina (58 años, Badalona), se ha ganado la estima de la audiencia de los millares de espectadores que siguen con atención el espacio del tiempo que tiene después de cada Telenotícies, detallando la previsión meteorológica de cara a los próximos días. Una tarea a menudo incomprendida y muy compleja, que requiere de un amplio conocimiento físico y de la correcta interpretación de una serie de mapas que sirven para acotar, en la medida del máximo posible, el tiempo que hará en cada punto del territorio catalán, determinado en parte por la orografía y la localización donde se encuentra cada municipio. Ahora, después de más de 30 años saliendo por la pequeña pantalla a diario y después de un año y medio de su última publicación —Meteocuriositats: 50 secrets per entendre el temps (Editorial Montena. Penguin Libros)—, el carismático meteorólogo publica un nuevo cuento, dirigido a niños y niñas de 8 a 10 años; El gran llibre del planeta (Editorial Montena. Penguin Libros). Un libro con ilustraciones de Elisa Ancori dirigido a todos aquellos menores que tengan interés en conocer y descubrir todo lo que rodea el planeta Tierra donde vivimos, y la galaxia o sistema solar donde orbita nuestro planeta.
El futuro del planeta Tierra: su extinción
"Descubrir que no somos eternos me hizo estudiar física y astronomía", apunta Molina, haciendo memoria de las motivaciones que de pequeño tenía, cuando se encontraba en la franja de edad del público al cual va dirigido su nuevo libro. ¿Sin embargo, qué significa no ser eternos? "Pues que en un futuro muy lejano, el sol se convertirá en una estrella gigante roja que se comerá y quemará el planeta Tierra, dejándolo carbonizado por completo", una situación, apunta el científico, que coincidirá con el momento en que nuestra galaxia chocará con la galaxia de Andrómeda —de aquí a unos 5.000 millones de años— y, por si no estamos lo bastante carbonizados, el impacto que se produzca de las dos galaxias nos acabará de borrar del universo.
¡"Es mentira que nos encontremos en el fin del mundo"!
Tratando el cambio climático y la emergencia climática en la cual nos encontramos inmersos, el meteorólogo lo tiene claro; "es mentira que nos encontremos en el fin del mundo, muchos niños y niñas tienen la sensación de no tener un futuro, y es falso, el mundo será diferente y no queremos que lo sea, pero no se está acabando". Molina remarca la importancia de actuar y de hacer algo para evitar vivir situaciones o desastres naturales con más frecuencia de la actual. "Tenemos que actuar ya, pero yo soy muy optimista y considero que la humanidad será capaz de adaptarse de la misma forma que nos hemos adaptado al covid".
El objetivo: doctorarse antes de llegar a los 60
Como el mismo Molina anunciaba en la anterior entrevista que le hicimos en este medio, el meteorólogo antes de llegar a los 60 tiene como objetivo doctorarse y acabar la tesis con la que está trabajando sobre la comunicación del cambio climático. Un estudio que lo mantiene ocupado y que, por ahora, ya ha obtenido algunas conclusiones. "Tenemos tendencia a fustigarnos", dice, remarcando cómo del cambio climático hablamos desde hace 30 años, pero no siempre con la misma certeza o intensidad. El físico profundiza en que ha habido un conocimiento que ha avanzado mucho en este tiempo, "antes resultaba más difícil comunicarlo porque no se apreciaba tanto como lo podemos ver ahora". Desde el 2000, apunta, todo se ha acelerado mucho y por eso es habitual encontrarse con opiniones diversas de hasta dónde hay que cambiar nuestra forma de ser o de nuestro comportamiento, si resultará suficiente o si realmente seremos capaces de prevenir situaciones peores en un futuro. En este aspecto, remarca que hay que implicar a toda la sociedad, de manera que todo el mundo esté y se sienta partícipe de la causa.
Invitado en la última COP26 celebrada en Glasgow, Molina afirma no estar de acuerdo con la polémica del "bla, bla, bla": "No estoy de acuerdo con la activista Gretta Thunberg que tildaba de 'bla bla bla' el acuerdo celebrado en la COP26, así como tampoco los que criticaban la gran cantidad de aviones que había". Molina defiende que hace falta hablar y juntarse para construir acuerdos que prosperen y que mejoren la situación del planeta en un futuro. "Me llamó la atención el discurso del ministro de Tuvalu, que me hizo llorar porque hablaba de las pérdidas y de los daños que su isla sufrirá en un futuro próximo". Tuvalu es una isla de la Polinesia que acoge a 17.000 habitantes que se quedarán sin casa porque el agua cubrirá toda su superficie. "El ministro nos decía; ¿y qué haréis con nosotros?". Pero no hay que ir tan lejos, hace unas semanas era noticia en Catalunya los temporales que habían destrozado de nuevo la línea ferroviaria del Maresme, así como buena parte de la mayoría de playas de la costa central. Una situación global donde, si no nos implicamos en breves y a conciencia, comportará adaptarnos a un nuevo escenario que será mucho peor que el actual.
35 años en TV3: ¿la televisión quema?
Acabando la entrevista, Molina valora su momento profesional en la televisión. Después de más de 30 años donde lo hemos visto presentando programas como el 'Espai Terra' y, sobre todo, focalizado siempre en el espacio de 'El Temps' de los Telediarios, el mismo meteorólogo reconoce que en estos momentos, no se ve haciendo otro programa que no sea el espacio del tiempo, que controla y del que tiene el dominio absoluto. "Cuando uno hace un programa diario, al final los temas son finitos, y haciendo el 'Espai Terra' ya habíamos repetido las cabañas de piedra seca por todos lados", recuerda de cuando hacía el programa sobre medio ambiente cada mediodía o noche. "La televisión no te quema si buscas nuevos retos", confiesa, y añade cómo este "es de los pocos trabajos donde si tú planteas o tienes cualquier idea, esta puede hacerse realidad".
Aparte de la televisión, el físico y popular presentador compagina la televisión con la tarea de profesor universitario desde hace 22 años en la Universidad de Barcelona, donde enseña a los estudiantes del máster en meteorología, la asignatura de pronóstico meteorológico. Molina nos confiesa que en un futuro le gustaría poder elaborar un libro de los materiales que utiliza en clase, un deseo que tiene parado desde hace tiempo, pero que tiene en mente para llevar a cabo en un futuro.
Y un último apunte que no podía faltar: ¿cómo van las redes sociales, Tomàs? "Ha llegado un punto que me han cansado y me he aburrido de Instagram". Ahora Molina prácticamente solo utiliza el Twitter, que lo mira para captar información para conocer el tiempo que los usuarios le envían para complementar su espacio de "la meteo".