Las fuertes tormentas de este martes también han descargado con fuerza en el Alt Empordà, con viento, agua y granizo, y grandes olas provoacadas por el temporal en el mar. La violenta tormenta ha llegado de forma rápida e inesperada a la Costa Brava y ha sembrado el caos en poblaciones como el Port de la Selva y Llançà, donde los Bomberos han recibido una cuarentena de avisos entre las tres y las seis de la tarda.

Sobre las cuatro y media de la tarde ha llegado la parte más violenta del temporal violenta, con rachas de fuerte viento, lluvia y granizo, que ha sorprendido centenares de personas a las playas y barcos de recreo de Llançà y el Port de la Selva.

La tormenta ha pillado de imprevisto a los bañistas, gente que practicaba kayak o surf de remo, y las embarcaciones que estaban en el mar. En la bahía del Port de la Selva, entre otras afectaciones, un catamarán pequeño ha volcado y un velero ha acabado chocando con los barcos que estaban en el Club Náutico, a varios centenares de metros. En la platja Gran, que se encuentra en el centro de la población, los socorristas han tenido que salir con la embarcación neumática pequeña de Protección Civil (AVPC), para sacar a varios niños que en aquel momento estaban en el agua. Según explican algunos testimonios, ha habido ciertos momentos de caos cuándo algunos padres y madres no encontraban a sus hijos, pero poco a poco se ha ido controlando la situación y se ha podido localizar toda la gente que estaba en el agua.

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Los Bomberos de la Generalitat han notificado hasta cuatro avisos de Llançà y cuatro del Port de la Selva para rescates marítimos, pero cuando han llegado, no ha sido necesario socorrer a nadie, porque las personas en peligro ya habían podido salir del agua con la ayuda de gente que había a la zona. En total, los bomberos han recibido una cuarentena de avisos en localidades gerundenses, la mayoría por ramas y árboles caídos, como en Sant Pere Pescador y Girona, pero no ha habido que lamentar ninguna afectación importante.