Una de los destinos destacados de la Costa Brava, el municipio de Tossa de Mar, tomará este verano la temperatura a sus visitantes en controles instalados en los accesos al municipio para impedir un rebrote de Covid-19.

La alcaldesa, Imma Colom (ERC), ha presentado este lunes la medida, que se complementa con otros como la puesta en marcha de una aplicación que informa sobre los aforos en las playas y otros lugares de interés. Colón ha explicado que la toma de temperatura se llevará a cabo en los tres aparcamientos de bienvenida situados en las entradas naturales en una localidad aislada geográficamente y que cuenta con tan sólo estos accesos por carretera.

Allí, una persona responsable le preguntará a los ocupantes de los vehículos si aceptan que se les coja la temperatura y, en caso de que estén de acuerdo, se les apuntará a cada uno en la cara con un termómetro digital que actúa a una distancia de entre un metro y metro y medio.

Imagen de la playa de Collado antes de la pandemia | Flickr

La alcaldesa ha destacado que la medida es voluntaria y que se trata de "concienciar y responsabilizar" los visitantes y turistas para que se sumen a la "solidaridad" puesta de manifiesto por los vecinos durante la pandemia, que ha permitido que el municipio ofrezca "muy buenos resultados con respecto a la crisis sanitaria", ha asegurado.

"La gente tiene que tener claro que no es un problema individual, sino comunitario", ha indicado Imma Colom, quien ha reiterado que nadie se verá forzado a que le cojan la temperatura. Según ha detallado la alcaldesa, se preguntará a los turistas si tienen inconveniente y se contará "siempre con su consentimiento previo". Si el termómetro supera los 37 grados, un sanitario se pondrá en contacto con estas personas y les aconsejará si están de acuerdo sobre los protocolos a seguir.

El ayuntamiento ha querido que la medida respete los "derechos personales y las libertades individuales", según su alcaldesa, quien ha puntualizado que, además, "tampoco se sabe dónde llega la legislación sobre el tema". Colón ha asegurado durante la presentación de la iniciativa que esperan este verano a "mucha más gente de la que se pensaba" inicialmente, cosa satisfactoria para la economía, pero que exige prudencia para evitar un brote.