La lluvia que cae hoy sobre el Área Metropolitana de Barcelona ha complicado seriamente el tráfico a primera hora de la mañana, que ha empeorado a causa de dos accidentes que han causado colas de hasta 10 kilómetros.
Uno de los accidentes ha obligado a cortar la B-30 a la altura de Cerdanyola, hecho que ha congestionado otras vías como la AP-7, con 14 kilómetros de retenciones a la altura de Barberà del Vallès, dirección sur. Según el Servei Català de Trànsit, un vehículo de gran tonelaje ha salido de la vía al punto kilométrico 8 por causas que se desconocen y al chocar ha tirado en el lateral de la calzada unos 1.000 litros de gasóleo que transportaba en uno de los dos depósitos del vehículo.
A raíz de este accidente, los servicios de emergencias han cortado la vía y se han efectuado desvíos por la salida de Bellaterra. Hasta el lugar se han desplazado cuatro dotaciones de los Bombers de la Generalitat, que han limpiado la calzada y se han retirado del lugar hacia las seis y cuarto de la mañana.
Un segundo accidente en la C-58 en Ripollet ha formado colas de hasta 9 kilómetros en dirección Barcelona.
Aparte de los accidentes, están bastante congestionadas la ronda de Dalt, con colas de 12 kilómetros en dirección al nudo del Llobregat, la ronda Litoral, con retenciones de 10 kilómetros hasta el nudo de la Trinitat, y la Gran Via, con congestión de 6 kilómetros.
Red ferroviaria
Una treintena de pasajeros han quedado afectados por los retrasos en la R3, que pueden superar los 20 minutos, a causa de la nieve y el frío a la altura de Puigcerdà, cosa que ha impedido salir dos trenes con destino Barcelona a las 7.29 y a las 8.56 horas.
Según Renfe, con la cancelación de estos dos trayectos no se ha podido poner un servicio alternativo por carretera. Para reducir las afectaciones provocadas por las condiciones climatológicas adversas, la compañía ferroviaria ha habilitado un tren especial que ha salido de Ripoll con dirección Barcelona a las 8.30 horas para dar servicio a los usuarios de esta línea.