La conductora del tranvía que descarriló el pasado 2 de enero en Sant Adrià del Besòs se desmayó. Según ha avanzado Betevé, la caja negra del convoy accidentado concluye que la mujer perdió el conocimiento al llegar al final de la línea del Trambesòs. Al llegar a la estación de final de trayecto, el transporte no frenó a tiempo y acabó chocando con una de las columnas metálicas que soportan la infraestructura, con el resultado de cuatro heridos.
Después de analizar la caja negra y las imágenes registradas por las cámaras de videovigilancia del interior y el exterior del convoy, la empresa de transporte afirma que la conductora perdió la conciencia cuando entraba en la estación final de la línea T4, al lado de la estación de Rodalies de Sant Adrià de Besòs.
El vehículo habría empezado a reducir la velocidad, pero no habría podido acabar de frenar a causa del desmayo de la mujer, que se produjo justo antes de llegar al destino. El botón del hombre muerto ―un mecanismo que se activa cada 12 segundos para comprobar que el conductor se encuentra consciente― no se activó porque el desmayo y la colisión se produjeron con pocos segundos de diferencia.
El herido más grave del accidente fue la misma conductora del tranvía, que quedó atrapada en la cabina a consecuencia del choque y que ya ha sido dada de alta. También resultaron heridas tres personas más que iban de pasajeras en el convoy.