La B-40, conocida también como Quart Cinturó o ronda Nord, abre este viernes el tramo de 6,2 kilómetros entre Olesa de Montserrat (Baix Llobregat) y Viladecavalls (Vallès Occidental), poniendo fin a una infraestructura que ha acumulado retrasos y aplazamientos a lo largo de los últimos 17 años. El ramal que entra en funcionamiento, que cuenta con 1,3 kilómetros de túnel a la altura de Olesa, supone culminar un total de 13,2 kilómetros de autovía que unen el Baix Llobregat y el Vallès Occidental, finalizando la unión entre Abrera (Baix Llobregat) y Terrassa. Los tramos Abrera-Olesa (2 km), en un extremo, y Viladecavalls-Terrassa (5 km), en el otro, están en funcionamiento desde 2010. Pero el tramo central, Olesa-Viladecavalls (6,2 km), quedó suspendido por causas diversas. El ministro de Transportes, Óscar Puente, hará la inauguración oficial de este tramo que ha visto como ha incrementado el presupuesto inicial de 129 millones previstos en el 2007 hasta los "300 millones en números redondos" que ha acabado costando la infraestructura, según el ministro, para quien esta vía "es una obra clave para la movilidad" de ambas comarcas y que unirá "los principales motores industriales de Catalunya".

Autovía B-40

Una infraestructura con muchos obstáculos

La B-40 es una vía de circunvalación que rodea Barcelona, largamente reclamada por los alcaldes de Sabadell y Terrassa, que forma parte del Quart Cinturó que se empezó a planificar en la década de los sesenta, para unir el Penedès, el Vallès y el Maresme, pero su construcción y planificación se ha visto retrasada por múltiples motivos, desde económicos, con la crisis de 2011, hasta problemas de construcción. Las obras se pusieron en marcha en 2009 y durante este tiempo han sufrido varios aplazamientos. En 2010 se pararon las obras y se reanudaron entre 2015 y 2016, con diferentes grados de ejecución en estos ocho años. En mayo de 2022 se reanudaron los trabajos que han permitido acabar el tramo, después de que en el 2019 se detectaran deslizamientos en obra ya construida y que supusieron un nuevo retraso. Durante este periodo también se ha cambiado el calendario para la puesta en funcionamiento, con diferentes anuncios de posibles fechas. La ministra Ana Pastor anunció que el tramo entraría en servicio en 2018. Su sucesor, Íñigo de la Serna, habló del 2019, y la ministra Raquel Sánchez, el año pasado, aseguró que se inauguraría antes de que acabara 2023.

En el último pacto de presupuestos, el PSC consiguió arrancar el compromiso de ERC para hacer el tramo Terrassa-Sabadell. Según informa 3Cat, ronda Nord (así figura en el pacto) y no como B-40. Además, asegura que no quiere una vía de alta capacidad (la B-40, en algunos tramos, tiene hasta tres carriles por sentido). Y tampoco quiere ni oír hablar de alargar la vía más allá de Sabadell, en dirección a Granollers.

B-40