El director general de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha comparecido por primera vez en el Parlament para explicar su estrategia en seguridad. Es la primera vez que quien fue el jefe del cuerpo como mayor ha comparecido y ha contestado las preguntas de los grupos parlamentarios ya con un uniforme diferente, ahora el de político, para detallar hacia dónde quiere encaminar la policía de Cataluña.
El director de los Mossos ha asegurado que Cataluña es un "país seguro" aunque en 2023 se haya registrado la cifra de delitos más alta de los últimos quince años, y ha reconocido que "la calle se ha complicado" con el aumento de armas de fuego y de pequeños delitos. Trapero ha defendido que se debe incrementar la plantilla policial para poder prevenir los delitos, más allá de perseguirlos, apostando por tener más agentes en la calle y reforzando también la acción de las Áreas Regionales de Recursos Operativos (ARRO) en el patrullaje de seguridad ciudadana, un modelo de colaboración con las comisarías del territorio con mayor capacidad de respuesta y fuerza. Precisamente hoy, tal como avanzó ElNacional.cat, el ARRO ha estrenado 'boina azul' y hemos hablado con el jefe del ARRO en la región Metropolitana Norte. Trapero quiere disponer de una segunda capa de patrullaje además de las unidades de seguridad ciudadana y dar más músculo a las ARRO para que se conviertan en “un segundo círculo de patrullaje por todo el territorio”, también más contundente.
Trapero también ha destacado la importancia de combatir la multirreincidencia, el tráfico de marihuana y la violencia machista, además de reforzar la coordinación con las fuerzas de seguridad del Estado, un encargo recibido por parte de la consejera Núria Parlon, que ha pedido en varias ocasiones que los Mossos trabajen mano a mano con las dos policías españolas, la Policía Nacional y la Guardia Civil.
La fuga de agentes de Investigación, sin respuesta
En cuanto a Investigación, Trapero ha aceptado que los últimos cambios del concurso general de destinos han generado un hueco de casi 400 agentes de las diferentes unidades de investigación, aunque no ha entrado a explicar los motivos por los cuales muchos de los agentes de estas unidades han decidido cambiar de especialización y el rumor de fondo en la comisaría general. Aun así, el ahora director general de la Policía sí ha aceptado que se necesita una reformulación de esta especialidad que ahora lidera el comisario Ramon Chacón, jefe de la Comisaría General de Investigación Criminal (CGIC), también para adaptarse a las nuevas modalidades de crimen y darles un impulso, ha dicho literalmente.
Para hacer frente a estos cambios, ha explicado el director, también se ha aprobado un refuerzo de la estructura administrativa con medio centenar de funcionarios y se está trabajando para crecer en facultativos, es decir, personal que trabaja para los Mossos que no son policías pero forman parte de la organización. “Debe convertirse en el futuro en una vía de entrada para las especialidades que refuercen el conocimiento en las unidades investigadoras, las de atestados”, ha considerado. Asimismo, ha abierto la puerta a usar esta fórmula para dar una “oportunidad” a jóvenes que han crecido rodeados del mundo virtual y que pueden incorporarse al cuerpo para patrullar esta realidad.
Trapero también ha aceptado que hay delitos complejos de frenar y que preocupan a los Mossos. Ha afirmado que uno de estos es la violencia de género: “No conseguimos erradicar lo que parece ser inmune a las políticas públicas tanto preventivas como reactivas”, ha asegurado Trapero. Por ello, ha valorado positivamente la puesta en marcha de la nueva Comisaría General de la Mujer, si bien no ha dado detalles de cómo funcionará y qué competencias asumirá.
La defensa de los Mossos volverá a Interior
El director general de los Mossos ha confirmado lo que avanzó en el Consejo de la Policía de hace quince días, que se está trabajando para recuperar la defensa jurídica de los Mossos dentro del Departamento de Interior, revirtiendo los cambios que hizo la anterior dirección del departamento con Joan Ignasi Elena al frente. “Entendemos que tenemos margen de mejora en la protección del agente de policía y que tenemos la obligación de dar amparo legal a su protección cuando resulta lesionado”, ha explicado Trapero, quien ha considerado que esta defensa jurídica también debe ser vista como una orientación que ayude en el desarrollo y mejora profesional de los miembros del cuerpo y un apoyo constante y diario a su actividad. “Es un ejercicio de responsabilidad y no de corporativismo”, ha sentenciado. Hasta ahora la defensa de los Mossos se hacía desde Presidencia, como el resto de funcionarios públicos.