La reunión del Consejo de la Policía de este martes en la sede del departamento de Interior fue insólita: nunca antes el presidente de la Generalitat, el mando supremo del cuerpo de los Mossos d'Esquadra, había presidido la reunión bilateral administración-sindicatos. Pero también fue insólita por como el actual jefe del cuerpo, el major Josep Lluís Trapero, actuó durante el encuentro entre el presidente, la cúpula de Interior y los representantes sindicales de los Mossos.

Trapero, frío con Aragonès y la cúpula de Interior

Todo y que la presencia de Aragonès no constaba en ninguna agenda oficial, todo el mundo sabía que el presidente asistiría, a las cinco y media de la tarde, a la reunión de la sesión extraordinaria del Consejo de la Policía. El jefe del ejecutivo entró en la sala cuando ya estaba todo el mundo dentro y fue recibido con la Jefatura y los representantes sindicales -la mayoría policías, aunque no iban uniformados- de pie, tal como marca el protocolo.

Fuentes conocedoras del desarrollo de la reunión, sin embargo, explican que fue en este momento que vieron que alguna cosa fallaba. El máximo mando policial del cuerpo, el major Trapero, no ordenó a los asistentes al acto ponerse derechos para recibir al presidente. "Lo hicimos por respeto, por qué sabemos que se tiene que hacer, pero él lo tenía que haber ordenado", aseguran.

El major no abre la boca

Después del discurso del presidente Pere Aragonès, los sindicatos expusieron sus reivindicaciones. Quien no abrió la boca fue el actual jefe del cuerpo. Los representantes de los Mossos esperaban también una intervención de Trapero, pero no lo hizo.

El jefe del cuerpo puede intervenir en estas reuniones y los sindicatos esperaban que el major lo hiciera, pero no fue el caso, por sorpresa de la mayoría de sindicatos. "Él y el portavoz del cuerpo son los que tienen la autoridad moral para hablar en nombre de todo el cuerpo, más allá de las opiniones de los sindicatos, de que tenemos la voz de nuestros afiliados", aseguran fuentes de uno de los sindicatos presentes en la cumbre.

"Desubicado y ausente"

Pero no haber ordenado ponerse de pie cuando entró en la sala el presidente o no haber pedido la palabra para saludar Aragonès o aportar alguna cosa al debate, no fue la única sensación que caló entre los asistentes a la reunión del Consejo de la Policía.

Algunos de los representantes de los Mossos han explicado que en ElNacional.cat que el actual jefe del cuerpo estaba "desubicado" y "ausente" durante la sesión, muy diferente de su actitud habitual anteriormente, cuando quería liderar y ejercer el control de la organización que todavía comanda. "Estaba muy frío y distante con el conseller y el director general", aseguran también otras fuentes, también presentes en la reunión de este jueves por la tarde en la sede de Interior.

Un distanciamiento que viene de lejos

Aunque el conseller Joan Ignasi Elena siempre se muestra prudente sobre este tema, evitando hablar del posible relevo del jefe del cuerpo, nadie niega en Interior que la relación entre la cúpula política del departamento y el major jefe del cuerpo no es buena.

Josep Lluís Trapero, jefe del cuerpo de los Mossos d'Esquadra, con el rey de España, Felipe VI, en la última visita a Barcelona / David Zorrakino (EP)

En verano se supo que Trapero había mantenido reuniones secretas en Madrid, visitando también al jefe de seguridad de la Casa Real, y también que durante todo agosto Josep Lluís Trapero no había despachado con el conseller. El primer encuentro, después de la crisis del verano, no fue hasta el día 6 de septiembre, en una reunión ordinaria en Egara, el complejo central de los Mossos d'Esquadra, en Sabadell.