El accidente ferroviario del pasado viernes en la localidad pontevedresa de O Porriño empieza a aclarar incógnitas a raíz del análisis de la caja negra. Según los técnicos presentes en sede judicial, el tren habría circulado a una velocidad de 118 kilómetros por hora en una vía secundaria en la cual estaba limitado ir a 30 kilómetros por hora.
De hecho, el perito designado por la Xunta, Juan Carlos Carballeira, ha confirmado el exceso de velocidad del convoy a partir de "los datos relevantes" que se desprenden de las cajas negras, de las cuales una estaba instalada por Renfe y el otro por Comboios de Portugal.
Por otra parte, fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia apuntan que el maquinista, que figura entre las víctimas mortales, recibió notificaciones para moderar la velocidad hasta dos ocasiones.
El tren Celta, que realizaba el recorrido entre Vigo y Oporto descarriló busca de la estación de O Porriño en un tramo recto. El siniestro provocó la muerte de tres personas y un total de 27 personas resultaron heridas.