El nuevo volcán de La Palma hace tres semanas que está en erupción. Una que además es muy violenta y destructiva. En este tiempo la morfología de la isla ha cambiado drásticamente y la vida de los canarios también.

Hasta el momento se ha contabilizado que la lava ha arrasado 525 hectáreas. La columna de ceniza y gases ha llegado a una altura de 3.500 metros y el delta de lava sigue extendiendo su superficie y avanzando en la profundidad del mar, según Efe. No obstante, se ha corregido el cálculo estimado de su superficie y se ha fijado en 34 hectáreas, enfrente de cálculos anteriores que lo aproximaban a las 40 hectáreas.

Por su parte la colada sigue causantes estragos en tierra firme y hay zonas en que la anchura de la misma supera los 1.500 metros. Según el sistema europeo Copernicus, la erupción ha destruido hasta la fecha 1.186 construcciones, y 95 más están en riesgo.

Sin final a la vista

Más de veinte días escupiendo lava y el fin no se augura en el horizonte. El nuevo volcán de Cumbre Vieja ya ha superado en días de erupción el último volcán que se activó en las Canarias, el año 1971. No solo está siendo una erupción larga, sino que violenta.

El sábado pasado la potencia de la erupción provocó que la cara norte del cono del volcán se hundiera parcialmente, lo cual ha supuesto la emisión de coladas en varias direcciones, las cuales han generado nuevos daños a su paso y dificultan el movimiento de los equipos de científicos en la zona.

Todoque condenado

El derrumbe de la cara norte del cono volcánico ha arrastrado más lava y destrucción que ha impactado directamente sobre Todoque. Las nuevas coladas han acabado por destruir totalmente las pocas edificaciones que quedaban en pie en el norte del barrio de Todoque, según ha informado este domingo al Instituto Vulcanológico de Canarias (Involcan).

La lava ha atravesado la carretera LP-213 y previsiblemente irá en paralelo a la que primigeniamente cubrió esta zona, y acabe buscando la salida por|para la parte norte de la montaña de Todoque.

Alta sismicidad

Como si la rotura del cono volcánico y el consiguiente aumento de la lava que se expande por isla no fuera lo suficiente, la actividad sísmica sigue siendo elevada. A diferencias de otras etapas de la erupción donde los terremotos eran más espaciados y leves, actualmente la actividad sismológica es notablemente mayor.

No todo es malo, si bien la sismicidad sigue siendo elevada en número, pero fundamentalmente es con terremotos localizados entre 10 y 15 kilómetros de profundidad e incluso además de 20, y de hecho, ha subrayado al director técnico del Pevolca, el más profundo registrado ayer se situó a 35 kilómetros.

 

Imagen principal: Nuevas coladas de lava se derraman por La Palma después de que el cono del volcán se haya desmembrado / Europa Press