El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) mantiene la obligación de ofrecer los exámenes de la selectividad en castellano, catalán y aranés en la convocatoria extraordinaria del próximo mes de septiembre y pedirá un informe para comprobar si se cumple esta resolución. Así consta en un auto en que el alto tribunal acuerda mantener cautelarmente la obligación de repartir los exámenes en las tres lenguas.
EL TSJC ya ordenó esta medida de forma cautelarísima durante las pruebas del pasado mes de junio, a raíz de una demanda presentada por la Assemblea per una Escola Bilingüe de Catalunya (AEB). A pesar de eso, la consellera de Recerca i Universitats, Gemma Geis, acusó al TSJC de "interferir" en la selectividad y estableció que las pruebas se desarrollarían igual que en los últimos años. Así, como siempre, los alumnos que lo desearon pudieron obtener los enunciados en castellano, pero inicialmente se entregaron en catalán.
"Carácter residual" al castellano
El TSJC ha ratificado ahora su decisión, de que cruz "no ha pedido virtualidad y eficacia", teniendo en cuenta que en septiembre tendrá lugar la convocatoria extraordinaria. Así lo ha decidido después de recaudar la postura de la Generalitat y de la Fiscalía, que en su informe se pronuncia a favor de mantener las medidas y recuerda que otorgar al castellano y el aranés un "carácter residual" en relación con el catalán vulnera el Estatuto y la doctrina constitucional.
Después de que en las pruebas de junio se mantuviera el formato de años anteriores, el AEB denunció el Consejo Interuniversitario de Catalunya (CIC) delante del mismo TSJC por incumplir las medidas. Ahora la sala contenciosa del TSJC constata que en los exámenes de acceso a la universidad "sigue vigente" la preferencia del catalán, ya que primero se reparten los enunciados en esta lengua y el alumno que lo desee puede solicitar específicamente una copia de la prueba en castellano o aranés.
Un 97% de aprobados
Para el TSJC, eso supone, "por una parte, que quien está ejerciendo con esta manera de proceder el derecho de opción es la misma administración, no el alumno y, por el otro lado, lo lleva a significarse con respecto a los otros examinados". "Por descontado que la corrección de las pruebas es anónima, pero no el ejercicio de la opción tal como está regulado en las instrucciones", añade la sala.
En junio 39.775 personas se matricularon a las pruebas de acceso en la universidad, una cifra menor respecto de los inscritos en el 2020. De estos, 31.531 estudiantes superaron las pruebas en la convocatoria ordinaria de este año, es decir, el 96,77% del alumnado ha aprobado. La nota media entre los alumnos catalanes se sitúa en 6,848.