Una preocupante investigación sobre Instagram y cómo su algoritmo facilita el establecimiento de redes de pedófilos, ha llevado la Unión Europa a dar un golpe sobre la mesa y exigir más control a Meta, empresa de Mark Zuckerberg que cuenta con Facebook, Whatsapp e Instagram en su cartera. Concretamente, la Comisión Europea ha pedido "actuar inmediatamente" para proteger a los menores a Instagram. "El código voluntario de Meta para la protección infantil parece no funcionar. Ahora, Zuckerberg se tiene que explicar y actuar inmediatamente", ha sentenciado a través de sus redes sociales el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton.
Breton se reunirá con el propietario de Meta el próximo 23 de junio en la sede central de la compañía ante la inminente aplicación de la ley de servicios digitales de la Unión Europea, la cual ha preocupado a otras redes sociales reticentes a los controles estatales, es decir, el Twitter de Elon Musk. Esta normativa obligará a las grandes plataformas digitales a eliminar rápidamente el contenido ilegal y a ser transparentes sobre el diseño de sus algoritmos, que determinan lo que los usuarios ven en internet y las redes sociales.
"Después del 25 de agosto, bajo la ley de servicios digitales, Meta tendrá que demostrar que toma medidas o enfrentarse a fuertes sanciones", ha recordado el comisario, La normativa permite a la Comisión Europea imponer multas de hasta el 6% de la facturación mundial en las grandes tecnológicas que incumplan los requisitos.
El algoritmo que favorece a los pedófilos
The Wall Street Journal (WSJ) e investigadores de la Universidad de Stanford y la Universidad de Massachusetts Amherst han sacado a la luz que Instagram no solo es un espacio habitado frecuentemente por cuentas dedicadas a la pedofilia y compra de contenido sexual de menores, sino que el mismo algoritmo de la aplicación lo promueve.
Los sistemas de recomendación de esta red social tienen el objetivo de vincular aquellos que comparten intereses de nicho y mediante este algoritmo los pedófilos encuentran fácilmente a los vendedores de contenido sexual de menores. Los investigadores descubrieron que Instagram —que tiene más de 1.300 millones de usuarios— permitía a las personas buscar etiquetas explícitas y a veces incluso emoticonos que los conectaban a cuentas que utilizaban los términos para anunciar la venta de material sexual infantil y "reuniones" con los menores.