El papa Francisco ha muerto este lunes a primera hora de la mañana a causa de la neumonía bilateral que sufría, cuatro semanas después de recibir el alta médica después de estar hospitalizado durante 38 días en el Hospital Gemelli de Roma. El último encuentro de Francisco con los fieles se dio ayer para la bendición urbi et orbi, después de la misa del Domingo de Resurrección. El Pontífice, todavía convaleciente por la grave afectación respiratoria, reapareció en el balcón de la basílica de San Pedro, desde donde se dirigió a las 50.000 personas congregadas en la plaza para desearles una "buena Pascua". Francisco, sentado en la silla de ruedas y ya sin las cánulas nasales para el oxígeno, mostraba visibles dificultades para mantenerse despierto y cedió la palabra para que su mensaje fuera leído.
En su último discurso como papa de Roma, leído por el maestro de ceremonias, Diego Ravelli, Francisco pidió que "cese el fuego en Gaza, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente". "Me siento próximo al sufrimiento de los cristianos en Palestina y en Israel, así como en todo el pueblo israelí y en todo el pueblo palestino", escribió en el texto en que también deseó que "volviéramos a esperar que la paz es posible" en Tierra Santa. El Pontífice criticó los ataques a hospitales y trabajadores humanitarios, pero también denunció "el creciente clima de antisemitismo" en el mundo y dedicó unas breves palabras a las situaciones humanas complicadas y los conflictos en Líbano, Siria o Yemen.
"Queridos hermanos y hermanas, ¡Buena Pascua!"
— Universitarios Católicos (@UniCatolicos_es) April 20, 2025
El Papa Francisco saluda a los miles de fieles que le esperaban en la Plaza De San Pedro este Domingo de Resurrección.
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Ante la voluntad de rearme de muchos países y la insistencia de la OTAN para aumentar el gasto defiende, el Papa también pidió que se frenara "la carrera general al rearme", para propiciar "la paz", y avisó de que la exigencia que cada pueblo tiene de proveer su propia defensa no puede transformarse en una carrera armamentística. También manifestó que era el momento para "hacer caer las barreras que crean división y son cargadas de consecuencias políticas y económicas". Asimismo, hizo un llamamiento a los que tienen responsabilidades políticas a "no ceder a la lógica del miedo que aísla, sino a utilizar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo". "Estas son las armas de la paz: las que construyen el futuro, en lugar de sembrar muerte".
Encuentro con JD Vance
Aparte de la lectura del discurso, el Papa dedicó parte de su jornada a recibir al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en su residencia de casa Santa Marta. El Pontífice intercambió un breve saludo y una felicitación por la Pascua con el estadounidense que, según la oficina de prensa del Vaticano, "duró sólo algunos minutos, el tiempo para intercambiarse la felicitación por la Pascua".