Nueva batida contra la violencia en los campos de fútbol. Los Mossos d'Esquadra, liderados por la Comisaría General de Información han podido identificar y detener diez miembros del grupo ultra Cornehools, de la UE Cornellà, que el pasado 25 de septiembre agredieron a varios aficionados de Castellón en la previa de un partido de la 1ª RFEF.

La pelea tumultuaria entre las dos aficiones se produjo junto al estadio, en un centro comercial, y como mínimo dos personas desplazadas desde el País Valencià con la expedición del Castellón resultaron heridas graves. Aunque en un primer momento no presentaron denuncia, con este tiempo la Comisaría General de Información, con el visionado de las imágenes y la investigación posterior durante los partidos del equipo del Baix Llobregat, han podido identificar como mínimo a diez de los participantes en aquella violenta agresión. La policía, al mismo tiempo, no ha dado por cerrado el caso Cornelius, como lo han bautizado los investigadores, y no descartan poder identificar y detener además aficionados ultras del Cornellà.

Corneja
Imagen del momento del ataque, el pasado mes de septiembre / Cedida

La investigación permitió, el pasado 13 de diciembre, detener a diez seguidores del equipo local como responsables del ataque. A los detenidos se les acusa de un delito de lesiones, pelea tumultuaria y un delito de odio, dado que el origen de la agresión sería la ideología antagónica de los dos grupos de seguidores. Los Cornehools son considerados de izquierda y se enfrentaron a un grupo de aficionados de extrema derecha, los que se desplazaron desde Castellón. Al día siguiente de ser arrestados, el pasado 14 de diciembre, los detenidos pasaron a disposición judicial quedando en situación de libertad con cargos. Además, según detallan los Mossos d'Esquadra, para cinco de ellos se acordó judicialmente una orden de no acercamiento a menos de 1.000 metros de las instalaciones deportivas donde juegue su equipo, la UE Cornellà.

"No nos detendrán, ni un paso atrás"

Desde Cornehools aseguran que las detenciones fueron arbitrarias, sin pruebas y que entraron en las casas y lugares de trabajo de los detenidos en una muestra, aseguran, de "represión". "No nos detendrán, ni un paso atrás," insisten en un mensaje publicado a sus redes sociales.