Catalunya y el resto del Estado ha vivido los últimos tres días una protesta de agricultores y ganaderos que ha acabado, en nuestra casa, con marchas de tractores entrando en la ciudad de Barcelona y forzando reuniones con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la presidenta del Parlament, Anna Erra. Más allá de las soluciones pactadas con los políticos, que no será inminente, las protestas de los campesinos se han hecho sentir con un claro clamor para eliminar burocracia y el endurecimiento del control ambiental, conseguir mejores precios y la necesidad de controlar los precios de los productos. Las marchas pacíficas en Catalunya, con solo dos momentos mínimos de tensión, contrastan con las protestas en el resto del Estado, donde la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaintza han cargado contra los campesinos y se han hecho casi una veintena de detenidos.

Cortes de carretera y cero incidentes en Catalunya

En Catalunya el martes se hicieron cortes de carreteras que paralizaron vías rápidas como la AP-7 en Medinyà, en la zona de Girona, y también la C-14 y el A-2 en la Conca de Barberà, y el miércoles las diferentes columnas, con marchas lentas de tractores, avanzaron hasta que llegaron a la capital entrando pora la Diagonal y también por la Meridiana, bloqueando algunas de las entradas en la ciudad y parte la Gran Vía. Los campesinos se concentraron delante de el Palau de la Generalitat esperando que el presidente Aragonès se reuniera a los representantes sindicales.

Este momento, cuándo los manifestantes tiraron huevos contra la fachada del Palau y movieron las vallas, que obligó a desplegar agentes de la Brigada Móvil (Brimo) con cascos y escudos, o el incendio de neumáticos en la AP-7 la noche del martes, que obligaron también a desplazar agentes del ARRO de los Mossos, si bien no fue necesaria su actuación, han sido los dos únicos momentos de tensión durante las tres jornadas.

Agentes de la Brigada Móvil (Brimo) de los Mossos en las puertas del Palau de la Generalitat / EP

Los Mossos d'Esquadra desplegaron más de 400 agentes de la División de Tráfico para garantizar las manifestaciones y cortes y también garantizar la seguridad de los otros usuarios de la vía. Todas las columnas de tractores que llegaron a la ciudad de Barcelona fueron acompañadas por agentes de los Mossos d'Esquadra, de tráfico y también de orden público y de seguridad ciudadana. Fuentes de la policía catalana aseguran que en la mayoría de las marchas y concentraciones los agentes del Área de Mediación del cuerpo de los Mossos d'Esquadra encontraron interlocutores para hacer más organizada la marcha lenta, indicaciones que se cumplieron también en la gran mayoría de las marchas lentas de tractores. Para controlar las incidencias derivadas de los cortes se activaron también el helicóptero policial y la Unidad de Drones y se puso en prealerta los equipos de orden público por si había que intervenir en cualquier punto del país.

Desde las siete de la mañana del martes y también durante la jornada del miércoles los Mossos d'Esquadra tuvieron en marcha un Centro de Coordinación (CECOR) en Barcelona desde donde se fueron recibiendo todas las novedades y las incidencias más relevantes por todo el país, sobre todo, por los cortes de carretera. Desde el CECOR, que contó en varios ratos del día con el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, el director general de los Mossos, Pere Ferrer, y también el comisario jefe, Eduard Sallent, también se mantuvo el contacto con otros cuerpos operativos como los Bomberos, el SEM y también las policías municipales de los pueblos y ciudades afectados por las marchas lentas.

En el fondo, dos furgonetas del ARRO de los Mossos / EP

El conseller Elena, viendo que la reunión del president con los sindicatos agrarios iba para largo, se desplazó hasta el Palau de la Generalitat acompañado del director general de la Policía para ofrecer la opción a los campesinos de quedarse en Barcelona y que se pudieran alojar en las instalaciones del Port de Barcelona o de Feria Barcelona. Finalmente no fue necesario. La mayoría de agricultores volvieron hacia casa, otra vez escoltados por|para los Mossos, y los que se quedaron, para participar en la concentración de hoy en el Parlamento, hicieron noche en Gran Vía.

Incidentes y una veintena de detenidos en España

En el resto de España, en cambio, la situación de los tres días de protestas ha sido muy diferente. Según las primeras informaciones del ministerio del Interior, se han hecho un total de una veintena de detenidos y en algunos puntos la Policía Nacional y la Guardia Civil han disuelto concentraciones con uso de gases y porrazos. Los campesinos, como también ha pasado en otros puntos de Europa, han hecho cortes de carreteras y han bloqueado las salidas de algunos puntos logísticos de grandes supermercados, hecho que ha obligado a la policía a abrir la circulación. Algunas delegaciones del Gobierno han prohibido las concentraciones y han ordenado a la policía desmontar los cortes de carretera. En el País Valencià se han vivido momentos de tensión con cargas de la Policía Nacional. En Extremadura un hombre ha herido a un agente de la Guardia Civil con una piedra. Y en otros puntos se han repetido los momentos de tensión con intervenciones duras de los equipos de orden público de las dos policías estatales.

Agentes de la Guardia Civil cortante el paso a los agricultores en una tractorada / EP

Segundas los datos de Interior, en el resto del Estado se han tramitado 4.200 multas de tráfico, 799 denuncias administrativas y se ha identificado a 2.725 personas. Este sábado está previsto que varias columnas de tractores lleguen a Madrid, de momento, Interior no ha explicado si permitirá la entrada de los vehículos pesados hasta la calle de Ferraz, dónde está la sede del PSOE. Este jueves se ha cumplido el tercer día de protestas si bien los sindicatos agrarios y las organizaciones mantienen su calendario de acciones que se alargarán algunos días más.

En algunos puntos de España la Policía Nacional ha cargado contra los campesinos en lucha / EP