Informe durísimo de la Sindicatura de Comptes de Catalunya al Servei Català de la Salut (CatSalut), concretamente sobre la prestación del servicio extrahospitalario para la atención a la insuficiencia renal en el ejercicio 2022. El informe, aprobado el pasado mes de noviembre, fiscaliza la eficiencia, la eficacia y la economía en la prestación de este servicio, y las conclusiones son muy negativas para CatSalut: detecta una falta de liderazgo, un sobrecoste del servicio, infrautilización de determinadas técnicas, problemas de gobernanza…
Falta de evaluación de la satisfacción de los usuarios
Pero vayamos por partes. Con respecto al plan estratégico de ordenación de la atención al paciente nefrológico, la Sindicatura de Comptes apunta que este se encuentra "obsoleto". Así, a pesar de señalar que el CatSalut tiene las herramientas necesarias para planificar la actividad e identificar las necesidades del servicio, "no ha utilizado sus aspectos clave", señalando las funciones de los niveles asistenciales y los criterios territoriales de apertura de nuevos puntos de atención. En este sentido, también destacan que el "volumen de la actividad contratada no varió en función del número de pacientes que necesitaban hemodiálisis" y que en los diez centros la actividad facturada superó el importe máximo fijado. Con respecto a la eficacia —uno de los otros elementos analizados por la Sindicatura de Comptes—, esta apunta que los objetivos previstos en el plan estratégico no se cumplieron, ya que en el año 2022, un 9,79 de los pacientes vivían a más de 20 km del centro más próximo, cifra que superaba la que se había fijado. Por otra parte, desde la Sindicatura también observan la falta de evaluación de la satisfacción de los usuarios, así como áreas de mejora en la "identificación, registro y prevención de la enfermedad renal crónica".
Sobre la eficiencia, se ha detectado una falta de justificación en el informe de necesidades de la contratación extrahospitalaria: "En opinión de la Sindicatura, hay hechos que podrían constituir indicios de comportamiento colusorio entre las empresas ganadoras del concurso", apuntan. Respecto del análisis económico, el organismo considera que "el lado de la prestación del servicio no está acreditado a partir de un escandallo o estudio de costes que justifique las tarifas que el CatSalut satisface a los centros". Así, señalan que el coste anual que se asumía por un paciente en hemodiálisis extrahospitalaria (47.744 euros, según los cálculos de la Sindicatura) supera el coste de la hemodiálisis hospitalaria y el de la peritoneal (29.724 euros). Además, según el estudio, se han detectado facturas de sesiones de diálisis de diferentes centros por el mismo paciente y día, ya que el CatSalut no cuenta, señalan en el informe, con un sistema de validación "suficientemente robusto" para evitar precisamente que se facturen servicios no realizados.
"Problemas primordiales de gobernanza"
También se lamenta el hecho de que la diálisis peritoneal (consistente en colocar una sonda suave en la cavidad abdominal y llenarla de un líquido limpiador conocido como solución de diálisis) está "infrautilizada", si bien es una técnica recomendada por diferentes organismos y desde hace años. El informe acaba con una advertencia sobre los "problemas primordiales de gobernanza" que afectan a diferentes puntos del servicio: desde la planificación de la atención, la concurrencia de la contratación, la prevención de la enfermedad renal crónica o el transporte sanitario. "No se garantiza un marco de actuación que responda a los principios de economía, eficacia, eficiencia, ni a criterios propios de la evaluación de políticas públicas". Por eso mismo, la Sindicatura recomienda a CatSalut la planificación de los recursos, el control de la prestación del servicio, la contratación y la política de identificación precoz de la enfermedad y de la accesibilidad a los tratamientos domiciliario como medidas para mejorar.