ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
Si bien la inflación ya estaba por las nubes antes de la guerra de Ucrania, el estallido del conflicto ha agravado todavía más la crisis de precios. La guerra está afectando directamente a nuestros bolsillos y más allá del encarecimiento del gas, el petróleo y la electricidad, también se ha disparado el precio de nuestra cesta de la compra. En algunos sectores, incluso, se teme por una posible falta de suministro en las próximas semanas. ¿Qué alimentos se han encarecido y cuál es la previsión?
La psicosis del aceite de girasol
El caso más evidente es el del aceite de girasol y todos los aceites vegetales en general, que ya cuestan un 40% más de lo que hace un año. Aunque pueda parecer curioso, porque nuestro territorio tiene una geografía excepcional y un clima envidiable, el estado español siempre ha tenido mucha dependencia de Ucrania. Concretamente, el 62% del aceite de girasol que consumimos viene de allí. Con la guerra, el precio se ha disparado y algunos supermercados, incluso, han limitado la venta por el miedo a una posible falta de suministro. Por ejemplo, en Mercadona la compra de aceite de girasol está restringida a cinco litros por cliente y día y en el Bonpreu Esclat también están dosificando la compra de este tipo de aceite a un máximo de cuatro botellas o garrafas por persona. El problema es que eso no sólo afecta a los consumidores, sino que ya está obligando a muchas empresas a reformular la fabricación de productos: algunos suben los precios y otros deciden sustituir el aceite de girasol por el de palma.
Los cereales y piensos
Por otra parte, Rusia y Ucrania también eran exportadores del 30% del comercio de trigo, maíz, cebada y harina y aceite de girasol. Estos productos ya hace meses que se han encarecido por el aumento del índice de precios de los alimentos y ahora, con la guerra, todavía han escalado más. Sin embargo, la situación no es tan alarmante como la del aceite de girasol, ya que Catalunya tiene reservas. De rebote, también ha aumentado el precio de todos los derivados de estos cereales, como los productos de panadería o la cerveza.
Además, Ucrania también proveía buena parte de la comida para el ganado de nuestro país, que se utilizaba tanto por nuestras explotaciones ganaderas como por la elaboración de piensos en nuestra casa que después se vendían a Europa. Ahora, la guerra puede producir el desabastecimiento de algunos de estos productos y una subida de precios, que podría perjudicar gravemente el sector agroganadero. Una vez más, eso nos podría afectar en nuestro bolsillo, ya que subiría el precio de la carne.
Los precios más altos de la historia
Todo eso, sumado a la grave crisis energética que vivimos, ha hecho que este febrero lo Índice de Precios al Consumo, el IPC, se haya disparado hasta el 7,6%, la tasa más alta desde hace casi 36 años, desde febrero de 1986 no se veía una cifra tan alta. Los principales "culpables" de esta nueva subida de los precios han sido los mismos que el mes pasado, precios de la electricidad, que disminuyeron menos que febrero de 2021; al incremento de los precios de la restauración, y al encarecimiento del gasóleo para calefacción, de los carburantes, de los automóviles, ayer por ejemplo se batió el récord histórico de la gasolina por todo el Estado, y de algunos alimentos, como legumbres y hortalizas; leche, queso y huevos, y pan y cereales.