El presidente del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, Jesús María Barrientos, ha tenido un golpe de autoridad durante la declaración de Artur Mas cuando este ha expresado que había que "preguntar al TC por qué no hicieron" nada para hacer obedecer sus resoluciones. Enérgico, Barrientos ha advertido al expresident que formular preguntas "no es el objeto de su declaración", sino responderlas.
Esta interrupción ha cogido con el paso cambiado al abogado de la defensa, que cuando ha tenido que repetir la pregunta inicial se ha mostrado confuso: "Se me ha ido el santo al cielo", ha dicho, mientras intentaba recordar cuál era la pregunta que había formulado momentos antes.