Este noviembre Catalunya quedaba consternada por la violación de una chica en Igualada. Hay casos de violencia de género como este que, sea por la dureza o por la atención mediática que dan los medios, nos resuenan y nos indignan, pero, lamentablemente, tenemos que ser conscientes de que la violencia machista va mucho más allá de los golpes y de las agresiones sexuales. Se trata una lacra que afecta miles de mujeres día tras día y casos como estos sólo son la punta de un iceberg gigante.
Antes, la violencia de género sólo era concebida como maltrato, pero gracias a la lucha y los reclamos de las mujeres, hoy la sociedad y la legislación entiende y reconoce que la violencia es mucho más amplia que las agresiones físicas. Precisamente, para explicar lo que abarca este concepto, Amnistía Internacional desarrolló la metáfora del iceberg, que ilustra perfectamente esta problemática social.
El iceberg de la violencia machista
En esta ilustración, por encima del agua encontramos aquello visible, que destaca y se fácil de ver, pero que sólo es una pequeña parte de lo que realmente se esconde debajo. Allí están los feminicidios, los abusos sexuales, las agresiones, las amenazas o los gritos; la violencia explícita hacia las mujeres que deja huella y que todo el mundo reconoce. Pero bajo el agua, el iceberg sigue y esconde conceptos que en muchas ocasiones normalizamos, como por ejemplo los micromachismos, el lenguaje, humor o publicidad sexista, el control, la humillación, la invisibilización o el menosprecio.
La violencia machista, pues, también se esconde en formas sutiles que suelen ser los pasos previos a los actos de la parte superior y que dan lugar a violencia explícita. Por este motivo, es muy importante saber detectar la violencia de género en todas sus formas y evitar, que llegue a la punta del iceberg.
Tipo de violencias
En este sentido, después de años de lucha, ahora la ley ya establece la existencia de seis tipos de violencia contra las mujeres: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, simbólica y política. Además, fija ocho modalidades de violencia: doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica, mediática, en el espacio público y publicopolítica. Hay a quien reclama que hay que añadir una novena que no está tipificada, que es la violencia ejercida contra las mujeres en espacios digitales o ciberviolencia.
¿Qué hacer si vives alguno de los conceptos que aparecen en el iceberg?
Así pues, la violencia de género está mucho más que poner una mano encima. Por lo tanto, hay que denunciar con firmeza cualquiera de las actitudes que salgan reflejadas en la ilustración del iceberg, tanto si las vivimos en primera persona como si lo vemos de una tercera. Para hacerlo, puedes puedes llamar al 061 o al servicio de atención permanente del 900 900 120 contra la violencia machista es gratuito y confidencial y funciona cada día del año, durante las 24 horas del día. Se puede acceder por teléfono y correo electrónico, y atiende las demandas relacionadas con cualquier forma de situación de violencia contra las mujeres como peticiones de información de mujeres que viven situaciones de violencia, sobre los recursos existentes a Catalunya en materia de asistencia a la violencia contra las mujeres, solicitudes de asesoramiento sobre posibles actuaciones a realizar ante una situación de violencia contra las mujeres, procedentes de particulares y/o profesionales.