La Armada española ha vigilado dos barcos de guerra rusos que navegaban delante de la costa gallega, según ha explicado el Ministerio de Defensa este lunes en un comunicado. El patrullero Centinela se ha dirigido a la frontera norte con Portugal para localizar y realizar el seguimiento de un submarino Kilo II y el remolcador Sergey Balk, interceptados hace dos semanas en aguas mallorquinas y que se encuentran en tráfico por aguas españolas hacia su puerto base en el Báltico.
El Centinela zarpó el pasado 15 de octubre, "a pesar de las duras condiciones meteorológicas y la falta de visibilidad". Interceptó los barcos rusos el 17 de octubre cerca de la frontera y les siguió hasta el límite norte de la zona económica exclusiva del país, cuando volvió a su puerto base en Ferrol. Para esta operación de vigilancia marítima, el patrullero se integró en el Mando Operativo Marítimo bajo control operativo del Mando de Operaciones (MOPS).
El patrullero Centinela
Con una dotación de unas 40 personas, la principal misión del Centinela "comprende la realización de operaciones de vigilancia y seguridad marítima en los espacios de soberanía e interés nacional". Es habitual su apoyo a otros organismos del Estado a la lucha contra la inmigración ilegal, narcotráfico y otras actividades delictivas. El barco está preparado para efectuar operaciones de interdicción marítima (visita, registro y, si procede, aprendidamente de barcos) y prestar auxilio, rescate y asistencia en el mar en caso de que sea necesario.
En Mallorca, la Armada interceptó también el submarino clase Kilo II y el remolcador Serguei Balk cuando transitaban por el Mediterráneo cerca de la Zona Económica Exclusiva (ZEE). Fue el pasado 11 de octubre cuando el barco español Rayo se cogió con los dos barcos de guerra rusos e inició tanto el seguimiento como la vigilancia, "acompañándolos en su trayecto hasta que abandonaran las aguas territoriales españolas". Según los registros de geolocalización, el Serguei Balk rodeó la península Ibérica por el Mediterráneo y cruzó el estrecho de Gibraltar en dirección al Reino Unido. Su última posición lo situó en el mar Cantábrico y ahora hemos sabido que otro patrullero español lo ha vigilado delante de la costa gallega.