A Catalunya, y durante el año 2022, 33.000 ha de bosque se han visto afectadas por la sequía y el calor extremo, circunstancias que generan decoloración en las hojas, caído de estas e, incluso la muerte del árbol. Ha sido el peor año desde el 2012, el primer ejercicio en el que se elaboró el informe DeBoscCat, del que se encarga la red de monitorización del Decaimiento de los Bosques de Catalunya. En el Principado hay 1,34 millones de ha de bosques.

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La mitad norte, la más afectada

Las comarcas de la mitad norte de Catalunya han sido las más afectadas durante el año 20222, especialmente el Pallars Sobirà. Gracias a los mapas mensuales que emite el Servicio Meteorológico de Catalunya, se puede comprobar que allí donde hubo más anomalías de temperatura y de precipitación es, precisamente, donde más afectación ha. El mes de junio de 2022, con escasas precipitaciones, "fue determinante para explicar dónde han aparecido las afectaciones", explican desde la Generalitat.

Robles, encinas y hayas, los peor parados

Por especies, los robles, encinas y hayas registran mucha más afectación que las coníferas (pinos, abetos, etc.). Sin embargo, las coníferas muestran los efectos con meses o años de retraso. Además, cuando los pinos pasan del verde al marrón, ya no hay vuelta atrás porque el árbol ha muerto. En cambio, en encinas y robles, pueden rebrotar si las condiciones acompañan.