No llueve lo que debiera y determinadas situaciones consecuencia de esta situación de escasez de precipitaciones complican el trabajo de los agricultores; pero la falta de agua no siempre tiene que ver con el régimen de lluvias: según Daniel González, profesor del Máster en Gestión Ambiental de las Organizaciones en la Universidad de La Rioja, “entre el 30 y el 35% del agua que se emplea para abastecer a los regadíos se pierde en las infraestructuras de riego”, que no están suficientemente bien diseñadas o no reciben el mantenimiento necesario.

 

¿Cómo se puede solucionar?

De la situación es consciente también el Ministerior de Transición Ecológica, que admite que las pérdidas no sólo se dan en los regadíos, sino también en los sistemas de abastecimiento urbano. En situaciones de abundancia de agua estas pérdidas no suponen un problema, pero en momentos de escasez, hacen imprescindibles “soluciones urgentes y planificación”.

Reutilizar

Parte de los fondos europeos Next Generation van a dedicarse, entre otras inversiones, a digitalizar y modernizar los sistemas de riego. Se busca evitar fugas y, también, avanzar en la reutilización del agua, ya que existen mecanismos tecnológicos suficientes para permitirlo, explica el propio Daniel González. Hoy, un 62% del agua regenerada se emplea para usos agrícolas. La agricultura de precisión, los sensores, la IA y, también, algo tan obvio como una “contabilidad y auditoría” sistemática de los recursos hídricos son las herramientas que deben utilizarse. ¿Nos ponemos a ello o seguimos lamentándonos por unas condiciones climatológicas que parece no van a cambiar en breve? Quizá sea hora de modernizar redes y optimizar sistemas.