En 2023, tendremos menos aceite en el mercado, en concreto un 20% menos. Son los pronósticos del Consejo Oleícola Internacional (COI) que acaba de publicar este mes de diciembre sus previsiones para el aceite y, también para la aceituna de mesa, que crece. En España no ayudamos especialmente a mejorar los guarismos y todo indica que los precios de nuestra grasa vegetal preferida van a seguir por las nubes. En lo que va de 2022, han subido más de un 40%.

 

Menos de tres millones de toneladas

La campaña 2022-23 se cerrará con una producción mundial estimada de 2,72 millones de toneladas, lo que supone un 80% de lo que se produjo en la campaña anterior. El consumo también va a seguir a la baja, pero se mantendrá por encima de los 3 millones de toneladas, lo que permite pronosticar que los precios del aceite no bajarán ni en broma. En los países de la UE, se producirá un 34% menos de aceite y en España las cifras son fatales, porque nos vamos a quedar en 780.000 toneladas, más o menos la mitad de lo que hemos producido durante la campaña 2021-22. En Italia y en Portugal también están previstas menguas de la producción, pero no en Grecia, donde subirá, igual que en Turquía y Siria. Marruecos y Túnez también producirán menos,

 

Más aceitunas

De lo que habrá de sobra, sin embargo, es de aceituna de mesa, cuya producción rondará los 3,1 millones frente a los 2,88 de la campaña 2021-22. De esos tres millones previstos, 859.500 toneladas tienen sello europeo y un poco más de la mitad de éstas (450.000 toneladas) se van a producir en España. Son, eso sí, cifras peores que las de la campaña anterior, en la que España produjo 659.500 y Europa entera, 927.500. Grecia pasa de las 175.000 toneladas de la campaña 2021-22 a las 315.000 previstas e Italia se queda en 62.500. Egipto y Turquía producirán cada uno más de 600.000 toneladas y el consumo mundial quedará solo un poco por debajo de los tres millones : en 2,95.