Lo ha logrado un equipo de investigadores de la Universidad de Adelaida liderado por dos científicos chinos, Shizhang Qiao y Yao Zheng, y va a permitir aumentar la producción de hidrógeno verde –ese combustible por el que ahora riñen España y Francia- sin necesidad de utilizar las escasas reservas mundiales de agua dulce. Se trata, en concreto, de un sistema que va a permitir extraer hidrógeno del agua del mar sin tratamientos previos.

 

Hasta ahora, siempre con agua purificada

Hasta la fecha, los electrolizadores más eficientes requerían de agua dulce purificada, lo que plantea problemas de costes y disponibilidad, ya que el agua dulce es un recurso escaso y menguante. El equipo de investigadores de la universidad australiana salvan este obstáculo con un sistema que permite dividir directamente el agua de mar en oxígeno e hidrógeno con, explican, “una eficacia cercana al 100%”. Emplean la técnica de la hidrólisis y echan mano de un catalizador barato no fabricado con materiales preciosos. Utilizan, además, un electrolizador comercial que emplea óxido de cobalto y óxido de cromo en lugar de los habituales y carísimos platino e iridio.

El agua de mar: abundante y barata

La materia prima utilizada es agua de mar a la que no se le aplican tratamientos previos como la alcalinización o la purificación, que encarecen el proceso. El rendimiento que se obtiene es similar al que se obtendría con un catalizador de platino e iridio que emplease agua desionizada. Por el momento, el dispositivo está en fase de desarrollo y, aunque será necesario encontrar un sistema que permite limitar la corrosión que el agua de mar genera en los electrodos, los responsables dan por hecho que serán capaces de diseñar un electrolizador más grande y apto para procesos comerciales. En Australia, una isla con fácil acceso a ingentes cantidades de agua de mar, confían en ellos para convertirse en una potencia energética que, además de carbón barato y de excelente calidad, pueda exportar también hidrógeno verde económico.