¿Quieres ahorrar combustible este verano? Pues lo tienes muy fácil: basta con apretar un botón que seguro está en tu salpicadero y activar un sistema con el que cuentan todos los turismos que actualmente circulan en España. Es, en concreto, el que activa el sistema de recirculación de aire y resulta especialmente útil en verano, cuando el uso del sistema de aire acondicionado es constante.
¿En qué consiste?
El sistema de recirculación de aire cierra la entrada de aire exterior al habitáculo del vehículo y permite que el aire acondicionado el coche trabaje con un flujo de aire que está ya previamente refrigerado. Con ello, se exige un menor esfuerzo al dispositivo y se reduce el consumo de energía. Además, si lo utilizas en zonas con polvo y humo (áreas urbanas o zonas de carretera con congestiones) evitas que las partículas y los alérgenos que pueden estar presentes en el ambiente lleguen al habitáculo del coche.
No hay que utilizarlo siempre
El sistema resulta muy útil cuando la diferencia entre la temperatura exterior y la del interior del coche es muy acusada, pero utilizarlo siempre implica riesgos, ya que el aire que se respira dentro del coche no se renueva y, por tanto, los cristales pueden empañarse y los pasajeros (y el conductor) pueden llegar a dormirse. ¿Qué conviene hacer? Lo correcto, explican los expertos en sistemas de climatización, es alternarlo cada cuarto de hora con unos segundos de funcionamiento del sistema de refrigeración que permite la entrada de aire exterior. Según algunos técnicos especialistas, el ahorro de combustible puede llegar hasta el 30%, ya que el uso del aire acondicionado dispara el consumo.