Si no estás familiarizado con ese apasionante mundo de alfiles, reinas, peones y caballos que, cuentan los expertos, es como la guerra y la vida, seguramente no sabrás que Chess.com se ha convertido desde que se fundó en 2005 en una máquina de hacer dinero que arrastra a millones de personas.
¿Qué es?
Chess.com es una plataforma mundial con más de 90 millones de usuarios que acoge cada día hasta diez millones de partidas de ajedrez que implican, claro está a algunos de los grandes maestros de la actualidad. Sólo en España, cada partida suele tener una audiencia media de mil personas, pero si los cruces se retransmiten en inglés, las cifras se multiplican. Además, Chess.com es también una web de noticias y una red social. Es, de hecho, un actor clave en un entorno, el del ajedrez online, que explotó con la pandemia. Hasta youtubers como ElRubius o Ibai Llanos están implicados bien sea en la propia Chess.com o en su hasta hace muy poco competidora, Chess24, donde, por ejemplo, Ibai Llanos retransmite partidas con un estilo similar al de un partido de fútbol.
Compra millonaria
Y es que, como decíamos, Chess24 ya no compite con Chess.com: la complementa. Y es así porque, desde este año, en concreto desde el pasado agosto, Chess.com ha comprado Chess24 y todas las empresas del grupo Play Magnus, propiedad hasta este año de Magnus Carlsen, gran maestro internacional de ajedrez noruego y campeón mundial en 2021 que ha anunciado ya que no piensa defender su título.
Recientemente, Carlsen fue batido en una partida del torneo de San Luis por el estadounidense Hans Niemann gracias, se especula, a que éste último utilizó como ayuda unas bolas chinas introducidas en su recto. A través ellas, un compañero que analizaba la partida desde fuera, enviaba impulsos que Niemann captaba y le permitían tomar mejores decisiones. Sea como fuere, la existencia de la novedosa trampa anal no ha podido probarse, pero lo que sí es cierto es que Chess.com ha pagado a Carlsen y a los inversores que controlaban su grupo de empresas 82,5 millones de euros. Ahora, eso sí: el nombre del próximo Campéon del Mundo de Ajedrez no se conoce aún. Con Carlsen sin ganas de defender su título y con casi 85 millones de euros añadidos a su cuenta corriente, en la próxima edición del Mundial se enfrentarán el chino Ding Lireng y el ruso Ian Nepomniachti. Sea como fuere, y con bolas chinas o sin ellas, el ajedrez mueve millones.