Mientras que en España la principal preocupación vinculada a la energía tiene que ver con la velocidad de ejecución de los proyectos de renovables en marcha, en otros países como Australia se centran en otro particular tan importante o más que la energía que se genera y las fuentes que se utilizan para ello: la capacidad de almacenamiento. Así, en Australia Occidental tienen en breve previsto convocar un concurso público para dotar al territorio con instalaciones de almacenamiento con capacidad para 2 GW.

 

Despliegue de parques solares

En total, se espera que Australia alcance una cifra indicativa de 6,5 TWh de energía solar y eólica (unos 2 GW de capacidad instalada) y 1,1 GW de capacidad despachable equivalente a cuatro horas (4,4 GWh), o almacenamiento, en el WEM de aquí a 2030. Debido a su carácter aislado -la red principal de WA no tiene conexiones con otras redes-, el estado se encuentra a la vanguardia de la gestión del cambio a la eólica y la solar, que se hace más difícil por la enorme penetración de la solar sobre tejado, sobre todo en la red principal del suroeste, donde ya es el mayor sistema de generación.

El almacenamiento es fundamental

Así, el gobierno federal sigue la senda de países como Finlandia y juega a favor del almacenamiento de energía. Además de lo que ahora se licita, ya se están construyendo grandes baterías como la segunda fase de 200 MW, cuatro horas (800 MWh) BESS que Synergy está construyendo en Kwinana; la batería de 219 MW, 876 (MWh) de Neoen en Collie; y la batería de 500 MW, cuatro horas de Synergy cerca de la misma ciudad. De momento, optan por esta solución, más sencilla de desarrollar e instalar que los sistemas de bombeo hidroeléctricos, que exigen unas condiciones geográficas que no existen en la zona. Sea como fuere, está claro que el almacenamiento es la gran cuestión.