Más allá de tópicos, la historia industrial de Andalucía es rica y antigua: en el pasado, núcleos mineroindustriales como Linares y Peñarroya-Pueblonuevo y centros siderúrgicos como los que funcionaron en Marbella y Málaga han dado paso a una economía en la que son fundamentales enclaves logísticos y fabriles como Algeciras y la Bahía de Cádiz, polos químicos de tradición centenaria como el de Huelva o hubs aeronáuticos como el de Sevilla. Ahora, la región quiere complementar esas realidades con tres centros productores de hidrógeno verde que se situarán en Huelva, el Campo de Gibraltar y Almería.
Alianza Andaluza del Hidrógeno Verde
Los proyectos los impulsa este organismo, formado por 150 entidades públicas y privadas que están ya analizando potencialidades y han articulado incluso grupos de trabajo en los tres enclaves citados. Desde la Junta de Andalucía se considera que los puertos de Algeciras, Huelva y Almería podrían convertirse en centros exportadores de un recurso, el hidrógeno verde, que presenta “un elevado potencial de uso” en la propia Andalucía. Compañías como Cepsa impulsan allí ya proyectos.
Desde abril
La Alianza Andaluza del Hidrógeno Verde se creó en abirl pasado y su objetivo es, y así lo explican sus responsables, “crear un ecosistema industrial” en Andalucía y en torno a este recurso. Con todo, el problema es el mismo que siempre que se habla de hidrógeno: el relato, de momento, es más potente que la realidad, pero lo cierto es que Andalucía encara una oportunidad cierta que, si se concreta, va a permitir que se sacuda de encima complejos, sambenitos y prejuicios que, especialmente, se mantienen desde determinados sectores de territorios que, a no ser que medie un cambio de actitud de sus gobiernos, podrían perder un tren que no va a volver a pasar y que funciona con hidrógeno verde y otras energías renovables.