Los iPhone, guste o no, son un objeto de deseo y, por eso, en Apple trabajan duro para desarrollar nuevos y cada vez más sofisticados sistemas de protección de sus terminales. Ahora, acaban de completar el diseño de una nueva función que evita que quien roba un iPhone pueda restaurarlo aunque sepa la clave.
¿En qué consiste?
El fundamento de la nueva función es la información biométrica. Ahora, y gracias a esta mejora, no basta con el código PIN para activar un teléfono: es imprescindible también superar una prueba de reconocimiento facial o de huella digital. Este paso se podía omitir, pero ahora eso ya no será posible. La funcionalidad se denomina Stolen Device Protection y se espera que tenga un efecto disuasorio: como más protegido está algo, menos interés tienen los delincuentes en robarlo.
En pruebas
De momento, la novedad solo está disponible en iOS 17.3, una actualización del software de los iPhone que está en fase de pruebas todavía. No obstante, si eres de los afortunados que ya tiene acceso a la beta, únicamente debes acceder a la configuración del dispositivo, dirigirte a 'Face ID y contraseña' y medirte en 'Protección de dispositivo robado'.