Ser locutor era, hace años el sueño de muchos y, probablemente, siga siéndolo hoy, pero todo indica que esa ocupación podría tener los días contados. Igual que ChatGPT parece nos acecha a redactores y, también, operadores de atención al cliente, existe una nueva herramienta, desarrollada por Apple para más señas, que permite locutar audiolibros enteros si necesidad de intervención humana. Los de Cupertino han lanzado ya el servicio y ponen a disposición de quien quiera disfrutar de él un completo catálogo de audiolibros leídos por una voz digital que se inspira en el proceder de los narradores humanos.

Sólo en inglés, de momento

La herramienta se llama AI Narration y está disponible sólo en inglés por ahora. Por supuesto, no es perfecto pero, sabiendo cómo trabajan en Apple, es cuestión de tiempo que llegue a ser más que aceptable primero y que acabe siendo excelente después. Con todo, y aunque fue uno de los negocios que más creció durante la pandemia, lo de los audiolibros tampoco es que acabe de convencer: es un mercado limitado que, aunque es cierto que mueve ciertas cantidades de dinero, está muy lejos de representar ni siquiera una mínima parte de lo que factura la industria editorial. No obstante, es un síntoma que evidencia la singularidad de nuestra sociedad: los mismos que somos capaces de envasar huevos fritos y venderlos, atesoramos también la cantidad suficiente de pereza para que, como si fuésemos niños pequeños, sea otro el que nos tiene que leer los libros que nos gustan.
 

 

Apple busca socios

Apple, sin embargo, busca socios para su proyecto: ha contratado con diferentes editoriales independientes -sí, justo esas que no pueden contratar a un actor famoso para que grabe audiolibros- para ofrecerles lo que se espera sea un sustituto perfecto que, además, cobrará mucho menos. Otras dos Big Tech (Amazon y Google) andan también en el asunto y quieren desarrollar un software similar para incorporarlo a sus libros digitales y conseguir que hasta los más vagos lean o, en su defecto, dejen que otros lo hagan por ellos. Roma cayó por mucho menos.