La publicación este 9 de mayo en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) de la nueva Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios establece los objetivos comunes  en materia de eficiencia energética en edificios que deberán ser cumplidos por los estados miembros. Entre ellos destaca la obligación de impulsar la transición energética en viviendas, edificios dedicados al trabajo e instituciones públicas mediante una nueva normativa de obligado cumplimiento en todo el territorio de la UE que deberá fijar exenciones, medidas de apoyo y criterios de diseño de los sistemas de autoconsumo. La previsión es que estos cambios normativos impulsen todavía más estas instalaciones.

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Obligación en edificios nuevos

Más allá del impulso que según operadores del sector del autoconsumo como Samara recibirán este tipo de instalaciones en ámbitos privados, hay que destacar que la aprobación de la directiva comporta una serie de obligaciones para diferentes tipologías de edificios. Así, a partir de 2026 los nuevos edificios públicos y comerciales deberán de incorporar instalaciones solares y los edificios residenciales nuevos tendrán también que incluirlos a partir de 2029. En edificios ya existentes, todos los inmuebles no residenciales que se sometan a reformas relevantes a partir de 2027 deberán incluir sistemas de autoconsumo y los edificios públicos tendrán que incorporarlos de forma gradual de aquí a 2030.

 

Impacto en España

 

 La directiva es de especial importancia para España, un país donde el 65% de la población vive en edificios, el porcentaje más alto de la UE. Esta normativa supone, por lo tanto, otro revulsivo para el autoconsumo en comunidades de vecinos, una tipología que ya ha aumentado su demanda un 28% en los últimos seis meses. Así lo indican, por ejemplo desde Samara:“La aprobación definitiva de la Directiva y la Norma Solar supone un hito europeo en el camino hacia una transición energética accesible y justa. El autoconsumo energético ha demostrado ser la punta de lanza de este cambio paradigmático, y se convierte en una opción clave para cumplir con los objetivos de eficiencia energética marcados por la UE”. La opinión de esta empresa española especializada en sistemas de autoconsumo no es única: la patronal eléctrica europea se expresa en términos parecidos e instituciones como la Generalitat de Catalunya también juegan a favor de la instalación de placas solares en tejados. Mientras, las petroleras adelantan que la transición energética no comportará un adiós definitivo a los combustibles fósiles. Un ejemplo de cómo pueden coexistir diferentes sistemas de producción de energía lo pone el Reino Unido, donde se impulsan desarrollos de energía mareomotriz al tiempo que se construye la mina de carbón más moderna del mundo que, aunque producirá carbón para usos siderúrgicos, podría ver en un futuro inmediato (y si los sistemas de captura de CO2 se revelan como eficaces) cómo el carbón vuelve a servir para producir energía. En Japón, por ejemplo, tienen claro como dar nueva vida a sus térmicas.