Puede que no sea cierto, pero lo indiscutible es que la mayoría de propietarios de mascotas así lo creen: los perros mejoran las relaciones de pareja de quienes tienen uno y son, también, una herramienta que facilita la siempre complicada tarea de encontrar una media naranja. Así lo indica al menos un reciente estudio elaborado por el marketplace online de productos para mascotas: el 74% de quienes conviven con un animal creen que sucede de este modo.

 

¿Una suerte de ‘celestinas’?

En un entorno en el que cada vez existen más opciones para conocer personas con las que establecer vínculos románticos, los métodos convencionales siguen siendo los más habituales: desde la intermediación entre amigos en común (63%), pasando por las fiestas (50%), hasta la tendencia más reciente de las apps de citas (39%). Tanto en las plataformas digitales como en los encuentros en persona, las mascotas están muy presentes y pueden convertirse en el factor determinante de interés hacia alguien. Según el estudio elaborado por Rover.com, el 49% de los encuestados admite que se siente más atraído por las personas que tienen perro que por las que no. Además, a la hora de utilizar las aplicaciones de citas, el 45% afirma que siempre le atraen las personas que en su foto de perfil aparecen con su mascota.

Cambios en la percepción

La relación entre los dueños y sus perros no solo afecta a la dinámica de las relaciones románticas, sino que también puede influir en cómo percibimos a los demás y cómo establecemos conexiones emocionales significativas. En particular, el 45% de los encuestados considera que, si la persona que va a conocer tiene un perro, la relación que tenga con su mascota es de máxima importancia. Así pues, la búsqueda de la pareja perfecta puede ser un auténtico laberinto de emociones y decisiones, pero ¿debemos dejar que nuestros fieles amigos de cuatro patas intervengan en el proceso de selección? Casi la mitad de los encuestados (47%) confía plenamente en la intuición de sus perros para saber si una pareja potencial es adecuada o no.

Más allá de la mera compañía, la presencia de un perro en una relación puede reforzar los vínculos afectivos. Cuidar juntos de un animal implica un compromiso común, comunicación eficaz y capacidad para solucionar problemas juntos, lo que puede mejorar significativamente la conexión emocional y la confianza mutua. Según los datos deRover, el 75% de los encuestados asegura que tener perro no le ha causado problemas de compatibilidad con su pareja, en comparación con el 21% que afirma que, cuando ha habido algún problema, ha sido por cómo se comportaba el dueño con su perro, y un 17% lo atribuye al carácter difícil de la mascota.