La revolución verde o, si lo prefieren, el abandono desordenado de los combustibles fósiles que parece haberse impuesto como norma también tiene sus paradojas y una, de lo más gráfica además, acabamos de verla en Alemania, donde se van a retirar generadores eólicos para extraer el carbón que, bajo ellos, almacena el subsuelo. Ha ocurrido en Lützerath, en Renania del Norte-Westfalia.
Carbón explotable
Con todo, lo único que desaparecerá no es el parque eólico, porque la localidad de Lützerath, de unos 1.500 vecinos, también va a ser borrada del mapa para que RWE AG pueda ampliar la mina de lignito de Garzweiler, que produce 25 millones de toneladas al año. Durante meses, y antes de que el gobierno regional tomase la decisión final sobre la ampliación a la que ha obligado la crisis energética provocada por la Guerra de Ucrania, ecologistas llegados desde diferentes puntos de Alemania y el resto de Europa han acampado en la localidad y ocupado las casas de los moradores originales, que las habían desalojado y que recibirán compensaciones económicas por el traslado. Ahora, el futuro de Lützerath está sellado ya: la mina de Garzweiler, que toma su nombre de otro pueblo que también fue desalojado, se ampliará y las manifestaciones y protestas no habrán servido de nada.
Molinos con más de veinte años
El pequeño parque eólico que también se desmonta se construyó en 2001 y estaba llegando al inal de su vida útil. El desmantelamiento del parque, visto lo que se ha obligado a hacer a los vecinos del pueblo, no es lo más importante, pero sí que tiene un valor simbólico. En Alemania, parece, lo tienen claro: hacen como los AC/DC y entonan el Back in Black. ¿Sucederá también en España? El Gobierno dice que no, pero, en el parlamento de Castilla y León se va a discutir una Proposición no de Ley que permitiría abrir nuevas minas.