Quizá, sus siglas no te digan nada y, como yo, pienses en esa tecla que activa las mayúsculas en el teclado de tu ordenador, pero SWIFT significa mucho más que eso y, también, condiciona tu vida y la mía porque la Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication es la sociedad que gestiona la red internacional de comunicaciones financieras entre bancos y sociedades de crédito o, lo que es lo mismo, una de las herramientas que hacen posibles los traspasos y transferencias entre cuentas. Ahora, su nuevo proyecto tiene que ver con las monedas digitales, para las que pretenden crear una red global de blockchain que permita el intercambio de las CBDC, que son las divisas digitales con valor fiduciario que, uno tras otro, están activando los diferentes bancos centrales y que pretenden convertirse en una herramienta con la que combatir desde las administraciones públicas el auge de las cada vez más poderosas (y opacas) criptomonedas privadas.

SWIFT
SWIFT

Ocho meses de prueba

De momento, la SWIFT lleva unos ocho meses haciendo pruebas junto a bancos como HSBC, Standard Chartered, UBS y, lo que es más importante, los bancos centrales de Francia y Alemania. La idea es que las diferentes monedas digitales (CBDC) que impulsan los bancos centrales puedan utilizarse internacionalmente y se conviertan en dinero fiduciario. Se estima que, a fecha de hoy, el 90% de los bancos centrales nacionales trabajan en el desarrollo de monedas de este tipo.

España, también

En junio, el Banco de España emitía un informe en el que se defendía el, a su juicio, “enorme potencial” de estas divisas. Sergio Gorjón, economista de la  Dirección General de Mercados, Operaciones y Sistemas de Pago del Banco de. España y autor del informe, considera que se trata de herramientas que “favorecen la transparencia y la mecanización de la operativa” y tienen, frente a las criptomonedas que ahora conocemos, la ventaja de “no representar riesgo de crédito frente a su emisor, puesto que constituyen un pasivo monetario de un banco central”. En  definitiva, que son criptomonedas, pero están avaladas por organismos públicos. El Banco Central Europeo trabaja ya en la creación de una moneda de este tipo y Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el que fuera gobernador del Banco de España, adelantaba este mes de julio que las CBDC van a ser “la pieza central de la reforma del sistema monetario porque son un activo sin riesgo que garantiza la estabilidad que requiere el dinero”. Y, sí, es cierto, pero las criptomonedas tienen una ventaja que nunca perderán: son opacas y, para muchos, eso compensa el riesgo.