Se disputa este mes de octubre, pero en Barcelona tienen todo listo ya para hacer caja. Y no es para menos, porque que una competición como la America's Cup se celebre en una ciudad como la capital catalana es todo un negocio. El precedente más inmediato es Valencia, donde la competición se celebró el año 2007 y generó un impacto positivo de 2.274 millones de euros y permitió crear hasta 74.000 empleos según explicaba en el año 2008 el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).

Copa América vela lluvia / Foto: America's Cup
 

Previsiones

En Barcelona, las previsiones son también importantes, pero algo más modestas: según la Universidad Pompeu Fabra y la Fundación Barcelona Capital Náutica, la edición 2024 de la competición generará un valor añadido equivalente a 1.239 millones y puede crear 19.000 empleos. Cada euro invertido, generará 6'35, dado que la inversión necesaria es de 195 millones. ¿Por qué la diferencia? Porque en Barcelona, muchas de las infraestructuras que harán falta ya existen. La competición se celebrará en el Port Vell, que se renovará para el evento. Allí, en concreto, se ubicarán las bases de los equipos participantes. Valencia, por el contrario debutó en la liga de los grandes eventos con aquella America’s Cup de 2007. Sea como fuere, en Barcelona se aspira a lograr algo quizá más importante: convertir el evento en un acelerador de la industria tecnológica.

Convenio

De momento, la Generalitat y los organizadores del evento han rubricado ya un convenio que recoge el compromiso de la Copa América de transferir a la Generalitat el conocimiento tecnológico generado por esta competición en el ámbito del hidrógeno verde para impulsar la industrialización de esta tecnología en Catalunya. De hecho, las embarcaciones de soporte oficiales de la competición funcionarán con hidrógeno verde a una velocidad de hasta 50 nudos generando cero emisiones. También en el campo tecnológico, la Generalitat y la Copa América "dinamizarán el ecosistema de innovación catalán" aprovechando la demanda de soluciones tecnológicas que genera la competición. Así, se fomentará que startups, empresas, clusters y centros tecnológicos y de investigación locales puedan dar respuesta a los desafíos tecnológicos vinculados a la competición y se luchará para "impulsar" la contratación de productos o servicios de empresas catalanas por parte de la Copa América y los equipos que competirán al acontecimiento. El objetivo, por tanto, es claro: garantizar que el legado tecnológico e industrial que pueda dejar esta edición de la competición beneficie a Catalunya.