Los centros de datos (propios o de proveedores externos) son infraestructuras clave para cualquier empresa y, además, son intensivos en consumo de energía. Mejorarlos para que el gasto de kWh que generan disminuya es objetivo recurrente para muchas grandes firmas y, ahora, el BBVA parece haber encontrado un mecanismo para lograrlo.

 

¿Por qué son tan importantes?

Para un banco, los centros de proceso de datos son imprescindibles para la buena ejecución de cualquier operación que un cliente realiza y en la que interviene una herramienta tecnológica que puede ser desde un móvil con la aplicación de banca electrónica instalada, a un cajero automático o un ordenador. Por eso, son infraestructuras estratégicas que almacenan información necesaria para que el banco pueda funcionar durante las 24 horas y los 365 días del año. Por eso, cuentan hasta con dos sistemas de abastecimiento de energía: uno principal y otro de apoyo por si se produce algún corte de suministro. El segundo sistema proporciona continuidad sin paso por cero y brinda autonomía eléctrica y de refrigeración en cualquier situación, incluidas emergencias.

¿Cómo ahorrar?

El consumo que generan estas instalaciones es destacado y, para reducirlo sin que haya riesgos, el BBVA ha decidido instalar un sistema que controla la temperatura del aire en los pasillos que separan los servidores y permiten acceder a ellos. Así, se crearán pasillos fríos que se aislarán del resto para reducir hasta en 1.500 toneladas anuales las emisiones de CO2 que generan los centros de datos del banco. El sistema contempla la separación del aire caliente y el aire frío mediante sistemas de control de flujo. De este modo, los ordenadores recibirán aire frío para poder funcionar en condiciones óptimas y, por su parte trasera, lo desalojarán. El espacio se articulará de manera que un pasillo frío se alterne con otro caliente. Además, los fríos se cerrarán para evitar la recirculación del aire y mantener la temperatura interior a niveles constantes con menos gasto.