Bill Gates; además de fundar Microsoft, haber diseñado la interfaz con la que nos relacionamos con nuestros ordenadores y advertirnos de lo que puede traer la IA si no sabemos gestionarla; es un afamado inversor con intereses en sectores tan diversos como la agricultura, las comunicaciones o, ahora también, la alimentación: acaba de comprar el 3,76% de Heineken.

 

¿Repentino interés por la cerveza?

En realidad, Gates no es muy amigo de consumir cerveza y, de hecho, así lo confirmaba allá por 2018 en Reddit, cuando le preguntaron por su marca preferida. Entonces, Gates se limitó a indicar que tomaba, muy de tarde en tarde, alguna que otra cerveza light si quien le acompañaba lo hacía. El fundador de Microsoft es, según todo indica, más amigo de los refrescos, tal y como comprobó el chef catalán Jordi Cruz hace bien poco.

Las inversiones las decide su equipo

Tanto las inversiones directas que Gates realiza como las que implican a la Fundación Bill & Melinda Gates las decide un equipo de inversores. Eso explica, por ejemplo, este movimiento, que ha implicado un desembolso de 849 millones de euros. Por supuesto, Bill Gates da el visto bueno, pero, del mismo modo que cuando invirtió en suelo agrícola, lo único que manda es la posible rentabilidad futura.