Se acabaron los inventos: la idea de obligar a las empresas a pagar mil dólares mensuales a toda empresa que quisiera lucir en su cuenta el identificativo dorado que se sacó Elon Musk de la manga se ha revelado peor que mala y, por eso, el dueño y señor de Twitter se plantea ya aplicar en su red social las mismas rebajas que van camino de convertir sus coches Tesla en modelos asequibles en un mercado en el que no hay nada medio decente y que se fabrique en Europa o Estados Unidos que cueste menos de 30.000 euros.
Una solución para empresas medianas y pequeñas
Si eres Google, Amazon o la NASA, mil euros al mes no es nada, pero si eres una startup, sí que signican mucho. De hecho, cualquier empresa que no alcance en millar de trabajadores considerará en contextos como los actuales un disparate semejante dispendio. Las reacciones que el propio Musk ha podido constatar en la propia red que compró no hace tanto le han convencido de ello y, por eso, ahora recula. De momento, dice ya que está dispuesto ha “administrar la incorporación de las organizaciones con cuidado para evitar el fraude” y que habilitará “un nuevo nivel de verificación destinado específicamente a empresas más pequeñas” cuyo coste será “más bajo”. En buenas palabras, no significan otra cosa que, donde dijo digo, dice Diego.
Errores repetidos
El despliegue de las nuevas insignias de pago se supone que debería haber supuesto la desaparición de las insignias de verificación anteriores, que se otorgaban a partir de criterios de notoriedad y reputación, pero no fue así. Musk repartía insignias de verificación gratuitas a cuentas de famosos que no habían pasado por caja ni las habían solicitado y vinculó servicios como la suscripción Blue o empresarial a inversiones publicitarias continuadas superiores a los 1.000 dólares mensuales. Al final, todo ha sido un caos que ha acabado decidiendo a muchos anunciantes a abandonar Twitter o reducir su inversión en la red. A veces, casi parece como si la canción preferida de Elon Musk fuese aquel tema (María), que hizo famoso Ricky Martin en sus años mozos. Un día da un paso adelante y al siguiente…quién sabe.