Cubillos de Sil; población cercana a la antaño muy minera Ponferrada, capital de El Bierzo; va camino, si las previsiones no se frustran, de convertirse en la capital española del vidrio ecológico gracias a la nueva planta que está previsto se construya allí, muy cerca de la vidriera convencional que ya funciona. La misma localidad que hasta hace nada, era famosa por acoger en su término la central térmica Compostilla II, una de las mayores del país, va a acoger una inversión de 180 millones de euros que se espera pueda crear hasta 250 empleos directos según dan por hecho el Ministerio de Industria y el Ministerio de Transición Ecológica.
El combustible, hidrógeno verde
La nueva instalación industrial se ubica a muy pocos kilómetros de la antigua térmica y producirá vidrio plano y curvo utilizando para los procesos de combustión necesarios hidrógeno producido con agua y energías renovables. Además de los 250 empleos directos, se calcula que podría generar otros 1.000 indirectos. La empresa que promueve el proyecto se llama Tvitec, dispone ya de una planta en la zona que ocupa a unas 500 personas, y, en él, participan también Endesa y Enagás. Las instalaciones previstas pueden llegar a producir 900 toneladas diarias de vidrio.
Aval del Estado
El proyecto, que cuenta con el aval del Estado, pretende reducir hasta en un 30% las emisiones de CO2 y en un 85% las de óxido de nitrógeno al tiempo que el consumo de gas natural se redice en un 50%. El Bierzo, dice el Ministerio de Industria, puede convertirse así en un “polo europeo” de la industria del vidrio y recuperar, de la mano de este material y de los sistemas de producción sostenibles, parte de su perdida pujanza industrial.
Tvitec, la compañía promotora, nació en 2008, exporta a más de 50 países y cuenta con una plantilla de 500 personas que trabajan ya en las instalaciones de las que dispone, precisamente, en Cubillos de Sil. A la planta ya existente, se le suma esta nueva prevista. En abril la empresa formalizó la adquisición de Cricursa, la empresa catalana que fabricó la estrella de cristal que corona la Sagrada Familia de Barcelona y que dispone de fábricas en Balaguer, La Sentiu y Granollers.