Con el otoño; naranjas, pomelos, mandarinas y otros cítricos llegan a los mercados en su punto óptimo de maduración y se convierten en postre perfecto del que echar mano o tentempié saludable para entretener al paladar entre horas sin miedo a sustos en la báscula. Hoy, sin embargo, no queremos hablarte de estas frutas de temporada y sus virtudes, sino de una parte muy concreta de ellas: su piel. Con ella, puedes hacer muchas cosas que te permitirán sorprender a los tuyos, ahorrar un dinero y llenar estas tardes que empiezan a ser frías. Te acercamos cinco ideas sostenibles, divertidas y singulares que tienen a la piel de naranjas y mandarinas como protagonistas.

Infusiones

Con las temperaturas bajando y los cristales de casa entelados, apetece una infusión caliente y la cáscara (o piel, llámala como prefieras) de los cítricos es perfecta para preparan una. Lávala, pon a hervir agua, añade la cáscara y deja que el agua se llene del singular sabor de tu cítrico preferido.

 

Aromatizar platos

Con ralladura de limón o de naranja, puedes dar un toque especial a cualquier postre que incluya chocolate, porque no hay nada mejor que ese singular maridaje que une a los cítricos y al mejor chocolate negro. Naranjas, mandarinas y limones también son perfectos para mejorar cualquier guiso de ave que prepares o para dar mejor sabor a un pollo asado.

 

Aliviar la congestión

El eucalipto tiene más fama, pero la piel de la mandarina también se puede hervir para, después, respirar el vaho y descongestionar nuestras fosas nasales cuando gripes y constipados nos cogen desprevenidos. La vitamina C, es clave.

 

Mascarillas

La piel de la mandarina;, si se machaca, triturara y mezcla con aceite de oliva permite elaborar en casa cremas excelentes que nos podemos aplicar en el rostro para lograr una piel más tersa y sana. Mezclada con avena, ayuda hasta a combatir el acné.

 

Ambientador

¿A quién no le gusta el olor de las mandarinas? Si las introduces en una bolsa fina de tela, puedes impregnar de su característico y agradable olor cualquier espacio cerrado. Y si mezclas las cáscaras de la naranja con canela y un poco de alcohol en un recipiente de cristal, tienes un ambientador excelente.