363 millones de euros: esta es la cantidad con la que, desde el 2021, la Generalitat, mediante su Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, fomenta los sistemas de autoconsumo con fuentes de energía renovable, el almacenaje de electricidad y la implantación de sistemas térmicos renovables. El dinero proviene de los Fondos Europeos Next Generation y lo gestiona el Instituto Catalán de Energía (ICAEN). Sin embargo, todavía queda mucho trabajo a hacer: la Prospectiva Energética de Catalunya para el año 2050 calcula que, junto con la electrificación de la demanda y la reducción en el consumo de energía, hace falta que esté hasta 500.000 instalaciones de autoconsumo en servicio el año 2050 para alcanzar el reto de la descarbonización de la economía y la sociedad catalana. Al cerrar 2022, había unas 60.000. Las cifras a cierre de 2023 se conocerán durante este primer trimestre.
85.000 solicitudes
Desde su apertura, a finales del año 2021, el ICAEN ha recibido más de 85.000 solicitudes de ayudas vinculadas a este programa, que superan con creces el presupuesto disponible. Las finalidades de esta línea son incentivar la práctica del autoconsumo a partir de energías renovables en los diferentes ámbitos de la sociedad, facilitar la instalación de sistemas de almacenamiento que contribuyan a gestionar la energía generada por equipos de autoconsumo, y también fomentar el uso térmico de las energías renovables. El programa se dirige a prácticamente todos los sectores de la sociedad, desde la industria a los servicios pasando para|por el ámbito doméstico y las administraciones.
El autoconsumo, una prioridad por Catalunya
La autoproducción de electricidad a partir de energía solar fotovoltaica ha sido y es una prioridad para Catalunya, en la medida en que es uno de los ejes básicos para la transición hacia un nuevo modelo energético nueve. La generalización de la práctica del autoconsumo, explica a la Generalitat, "es un termómetro de la implicación de la ciudadanía con la transición energética".