El proyecto Natick, el experimento emprendido por Microsoft para evaluar el funcionamiento de centros de datos subacuáticos que arrancó en 2013, ha llegado a su fin. Y aunque las conclusiones son favorables, la multinacional que fundó Bill Gates no tiene plan alguno para volver a construir una instalación similar. ¿Por qué?
Menos mantenimiento y menos recursos
Según Microsoft, los centros de datos submarinos consumen menos recursos y requieren menos mantenimiento que los tradicionales. Los únicos datos públicos, eso sí, datan de 2015, momento en el que la compañía indicó que, de los 864 servidores que incluía el centro de datos protagonista del ensayo, sólo se averiaron seis. Desde entonces, la compañía no ha facilitado más información que la que este verano se da a conocer y que no es otra que la que implica el final del experimento. Sí que hay, sin embargo, declaraciones. En concreto, son de Nielle Walsh, responsable de la división de Operaciones Cloud e Innovación de la multinacional: “el experimento no se encuentra ya operativo, pero ofreció resultados muy positivos gracias a las temperaturas externas constantes del mar y el uso de gas nitrógeno inerte”.
¿Y ahora?
De momento, la compañía descarta más desarrollos similares, pero piensa aplicar “parte de lo aprendido” a los centros de datos terrestres: “el experimento abre la puerta a nuevos conceptos, como la inmersión en líquido de centros de datos” para su refrigeración. ¿Qué se logra con ello? Combatir uno de los desafíos principales que plantean estas instalaciones: el elevado coste de refrigeración. La experiencia se desarrolló en las Islas Orcadas, al norte de Escocia.