Se supone, al menos desde inicios del XIX, que los sistemas de ferrocarril atmosférico son el futuro del transporte de viajeros, pero lo cierto es que nunca han llegado a ser ni siquiera el presente. Elon Musk lleva años intentando completar un sistema de este tipo al que ha denominado Hyperloop, pero no acaba de funcionar. Ahora, China también quiere poner en marcha el suyo.

¿Qué son?

Los ferrocarriles atmosféricos son sistemas de transporte ferroviarios en los que una fuente de energía estática suministra energía a un convoy mediante un tubo en el que se establecen diferentes presiones de aire bombeando éste desde uno de susd extremos. Así, cualquier objeto situado en uno de los extremos del tubo será succionado hacia el opuesto. Es, de hecho, el mismo principio que permite transportar documentos a través de un sistema de tubos mediante succión y que tan utilizado fue hasta que aparecieron faxes y correos electrónicos. En Londres, existía una red de 35 millas allá por 1886. El Hyperloop de Musk, en definitiva, es lo mismo pero transportando un tren con gente en su interior en lugar de un tubo con documentos.  A principios y mediados del XIX se intentó en divrsas ciudades como Devon, en Gran Bretaña o Nueva York, pero el vapor, primero, y la electricidad y el gasoil, ganaron la partida. En 1874, en Viena se planteó incluso una red neumática para transportar cadáveres hasta el cementerio. Todos los sistemas puestos en marcha en el XIX se acabaron abandonando por problemas técnicos y, hoy, funciona una pequeña línea de ferrocarril atmosférico en Porto Alegre que une el metro de la ciudad y el aeropuerto. La compañía que lo gestiona explota otro en Yakarta (Indonesia) y tiene previstos dos más Canoas y Sao Paulo, en Brasil.

¿Y en China?

En China han completado ya las primeras pruebas y aseguran estar dispuestos para enviar personas y mercancías a través de un tubo de vacío a 1.000 kilómetros por hora. El sistema se denominará T-Flight pero, hasta la fecha, sólo han logrado mover un prototipo a 50 kilómetros por hora durante 210 metros. ¿Acabarán igual que el Hyperloop de Elon Musk o el Virgin, archivados y convertidos sólo en un montón de fotos y vídeos que no son más que el testimonio de un fracaso? Veremos., pero no parece que ninguno de estos soñadores tenga la apariencia de superar a Isambard Kingdom Brunel, el ingeniero que impulsó el XIX la primera compañía de ferrocarril atmosférico y archivó su invento porque el coste de la tracción triplicaba el de los trenes de vapor. Brunel, sea dicho, será recordado por sus puentes, sus túneles y sus transatlánticos. Musk y Richard Branson, ya veremos por qué.