El producir electricidad low cost se ha vuelto una de las principales metas de los mandatarios a nivel mundial, sobre todo en países como China en la que la demanda de energía es alta debido a su gran cantidad de población.

De ahí que hayan surgido una gran cantidad de métodos que sean alternativos y que al mismo tiempo no sean tan costosos, de manera que se pueda aplicar a gran escala.

China y los reactores modulares

Los pequeños reactores modulares es el método al que ha recurrido China para hacer uso de electricidad a low cost. El reactor modular es el primer reactor nuclear compacto del mundo y que según China es capaz de generar energía limpia, barata y segura.

En la actualidad, China se ha adelantado a países como Estados Unidos, Rusia y Reino Unido anunciando a través de la Asociación de Energía Nuclear China que han puesto en marcha un reactor modular de 200 megavatios para suministrar energía a la red eléctrica del país.

El reactor modular de China desde fuera

El reactor modular de China desde dentro

El tamaño del reactor es mucho más pequeño que los tradicionales, por lo que son más rápidos para construir y mucho más sencillos de operar, por lo que su costo es mucho más reducido.

Su diseño cuenta con un lecho de piedra de alta temperatura que es refrigerado por gas, este además no calienta agua para producir energía, sino que calienta helio. Cuenta también con un sistema de apagado automático en caso de un fallo en su funcionamiento.

Las intenciones de China son claras al apostar por energía low cost a través de reactores nucleares o modulares. Ya que han indicado que se encuentran en la fabricación de un segundo reactor modular que se incorporara al sistema eléctrico.

Incluso se estima que esta nación inviertirá unos 400 mil millones de euros para construir más de 100 reactores modulares durante los próximos 10 o 15 años, adelantándose en la carrera para ser el primer país del mundo como generador de energía nuclear del mundo.

Reactores modulares pequeños, el futuro de la electricidad

Países como Rusia y los EEUU buscan no quedarse atrás por lo que también están recurriendo a esta tecnología a través de sus propios diseños para comenzar a implementarla en diferentes aplicaciones.