China quiere estar en un futuro cercano al mismo nivel militar que Estados Unidos o Rusia y, por eso, está modernizando sus fuerzas armadas a máxima velocidad, aunque tenga que copiar para ello modelos occidentales. Eso, precisamente, es lo que están haciendo para renovar sus fuerzas aéreas: acaban de demostrarlo en Shunhai, una ciudad de la región de Guangdong que ha acogido entre los pasados 8 y 13 de noviembre la Exposición Internacional Aeroespacial y de Aviación
Poderosos cazas y aviones cisterna
La renovación de las Fuerzas Aéreas chinas ha comenzado por sus cazas: los reactores J-20; cazas furtivos que acumulan ya cinco generaciones, están dotados de tecnología Stealth y llevan en servicio desde 2018, son capaces de hacer frente a casi cualquier amenaza aérea y así lo han demostrado durante la Exposición, en la que han protagonizado exhibiciones que han hecho las delicias del público. Ahora, además, han ampliado su radio de acción gracias a un nuevo compañero, el nuevo avión cisterna YY-20, que incluye tres mangas y puede suministrar combustible en vuelo a otras tantas aeronaves. Además del J-20, la Fuerza Aérea China dispone también de otros cazas como los J-17 o los J-10C. Todos ellos han sido fabricados por Chengdu Aircraft Industry. Con todo, la joya de la aviación china es el J-20, de los que dispone ya de más de 150 en servicio.
Drones
Los drones, tan intensamente utilizados en Ucrania, son también pieza clave en la nueva Fuerza Aérea China: estrenan el GJ-2, capaz de desarrollar labores de reconocimiento, combatir y volar a cotas elevadas durante largos períodos y operan también con toros modelos como el WZ 8, un dron espía capaz de volar a 40.000 metros de altura, portar armas nucleares y superar los 5.000 km/h. También destaca el WZ7 Soarin Dragon, un enorme dron de vigilancia aérea
Copias de modelos occidentales
En la feria de Shunhai, se han podido ver otros diseños como el del FH 97ª, un vehículo aéreo no tripulado que se parece mucho al MQ28 Ghost Bat de Boeing o el bombardero H6K, que equipa un misil casi idéntico al ruso CM401 Kinzhal. Incluso, se han podido ver maquetas de un aparato con rotores basculantes que parece un calco del MV22 Osprey.