En China, se supone, las criptomonedas están prohibidas, pero eso no implica que no se usen y que, como en el resto del mundo, estén ciertamente desprestigiadas, pero allí entienden que algo se puede salvar todavía del naufragio de esa singular estafa piramidal planetaria que han sido (hasta ahora) las criptomonedas. Y eso que quieren salvar es el blockchain. Lo hacen porque saben que, además de para ganar dinero con la buena fe de otros –más o menos como hicieron antes, de forma menos tecnológica los de Fórum Filatélico- el blockchain es una herramienta útil para muchas cosas. De momento, ya tienen decidido algo: crear en Pekín un Centro Nacional de Innovación en Blockchain.
Lo cuentan en China Daily
El anuncio se ha realizado a través de China Daily, el rotativo en inglés que edita el Partido Comunista Chino. El plan consiste en crear una “red de investigación” que implicará a “universidades locales y grupos de reflexión” que explorarán las posibilidades de un sistema que, por ejemplo,. Puede utilizarse para gestionar sistemas de voto electrónico. En China, disponen además ya de una entidad, la Beijing Academy of Blockchain and Edge Computing.
Yuan digital
China dispone ya de su propia moneda digital, que se utiliza en 17 provincias del país y tiene, como todas las monedas digitales vinculadas a estados o uniones de estos una ventaja indiscutible: disponen de un respaldo físico que jamás tendrán los bitcoin o los ethereum, suyo valor depende sólo de la confianza que un grupo de personas deposita en ellos. El blockchain, más que una tecnología, es; como explicaba hace unos meses Radia Perlman, una de las ingenieras a quien debemos que Internet sea como es hoy; una base de datos. Y como base de datos, se puede utilizar para llevar a cabo todo tipo de transacciones. Los chinos, como siempre, saben lo que hacen: les basta con mirar primero qué hacemos en Occidente, apuntar dónde nos equivocamos y hacer lo mismo que hicimos antes nosotros pero mejor. Y casi siempre lo logran.