Con las dudas sobre el coche eléctrico sin disiparse y las ventas de este tipo de vehículos estancadas, la jugada de las grandes compañías energéticas a favor de los combustibles renovables –que son aquellos que no se elaboran a partir de recursos fósiles- es cada día más clara. Repsol, por ejemplo, dispone ya de 150 estaciones de servicio que ofrecen estos combustibles, que no requieren además cambio alguno en el motor de los vehículos.

 

Crecimiento

A las 150 estaciones de servicio peninsulares en las que ya se ofrecen estos combustibles se les unirán durante lo que queda de año otras 450, con lo que la cifra se va a multiplicar por cuatro y llegará a las 600. La compañía, además, dispone de instalaciones industriales –en Cartagena- en las que fabrica estos combustibles sin salir del país.

Alternativa

El caso de Repsol no es único: Toyota y Porsche (grupo Volkswagen) trabajan ya en sus respectivos proyectos de combustibles sostenibles, pues todos dan por hecho que los vehículos con motor de combustión convivirán durante muchos años con los eléctricos. Desde Repsol así lo indican: “estos combustibles permiten avanzar en descarbonización de la movilidad sin necesidad de cambiar el vehículo y utilizando los mismos puntos de repostaje que ya tenemos”.

Los combustibles 100% renovables se pueden utilizar en cualquier medio de transporte –automóviles, camiones, autobuses, barcos o aviones–, aprovechando las infraestructuras existentes de repostaje y se fabrican  a partir de materias primas orgánicas, como el aceite de cocina usado o residuos agroalimentarios. La producción de combustibles 100% renovables de Cartagena permitirá evitar la emisión de 900.000 toneladas de CO2 anuales.