De la perovskita (trióxido de titanio y calcio) cuentan que depende el futuro de las células solares, ya que es material que permite fabricar células fotovoltaicas con menor coste y mayor rendimiento. El material bate claramente al silicio, pero su estabilidad y durabilidad son menores. Por eso, el Departamento de Energía de Estados Unidos ha completado un proyecto mediante el que pretende calibrar los mecanismos de degradación de las células fotovoltaicas de perovskita bajo luz solar no filtrada.
Ya en marcha
Los resultados de la investigación, titulada Strong-Bonding Hole-Transport Layers Reduce Ultraviolet Degradation of Perovskite Solar Cells, se han publicado recientemente en la revista Science y demuestran que un material polimérico híbrido especial sintetizado como parte de este trabajo y colocado dentro de la célula de perovskita ayuda a conservar una alta eficiencia y mejoraba la estabilidad ultravioleta (UV) en pruebas al aire libre. El equipo internacional de investigadores de este estudio estuvo dirigido por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, con el apoyo de la Escuela de Minas de Colorado, el Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL), la Universidad de California en San Diego y la Universidad de Toledo.
De momento, en laboratorio
La mayoría de las pruebas de PSC se realizan en el entorno controlado del laboratorio, utilizando diodos emisores de luz como fuentes de luz. Para acelerar la comercialización de las PSC, es necesario realizar pruebas de rendimiento en el mundo real para comprender los mecanismos subyacentes de la degradación por la luz solar y la temperatura. Las condiciones al aire libre difieren de las de interior en varios aspectos. La temperatura, la irradiancia y la intensidad de la luz ultravioleta cambian constantemente en el exterior. Las láminas delgadas de perovskita pueden descomponerse cuando reaccionan con la humedad y el oxígeno o cuando pasan mucho tiempo expuestas a la luz, el calor o la tensión aplicada.