La carrera por el liderazgo tecnológico, y más aún en el contexto de incertidumbre vinculado al sistema de reparto tributario que hoy existe, no se frena entre las diferentes comunidades autónomas y rara es la administración que no activa nuevos proyectos de digitalización. El último que se ha presentado tiene como protagonista a la Comuidad Valenciana, que acaba de anunciar una inversión de 36 millones de euros en los once centros tecnológicos de la región para promover la inversión en I+D+i

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Apoyo a empresas

Desde estos once centros, y con la inversión comprometida, la Generalitat Valenciana quiere ayudar a las pequeñas y medianas empresas valencianas a “fomentar la transición ecológica y sostenible, la transformación digital y la cohesión social y territorial”. El objetivo final, explican es una industria “baja en emisiones y comprometida con la mejora ambiental de procesos y productos para promover la economía circular y reducir el consumo de recursos eliminando el consumo de combustibles fósiles,  y fomentando la utilización de fuentes de energía renovables al tiempo que se mejora la gestión de los residuos”. Así lo detallan desde el gobierno valenciano: “el cien por cien de estas ayudas provienen de fondos propios de la Generalitat con las que los centros de investigación podrán desarrollar un plan anual de actividades de carácter no económico dirigido a estimular la competitividad empresarial, el desarrollo sostenible y la adaptación de las empresas a las exigencias del mercado”. 

Otras líneas 

Desde los centros tecnológicos, se quiere impulsar también la transformación digital para, explican, “desarrollar tecnologías que posibiliten la captación, comunicación, compartición y explotación de los datos de forma robusta, segura y eficiente, así como de productos inteligentes y funcionales, soluciones tecnológicas basadas en fabricación aditiva y sistemas inteligentes de movilidad e intermovilidad”. Finalmente, el tercer objetivo de las subvenciones es “la cohesión social y territorial” con investigaciones en torno a ámbitos como la alimentación del futuro, la seguridad alimentaria o la salud. Para lograrlo, detallan “es clave fomentar la colaboración público-privada para aprovechar al máximo el potencial investigador de estos centros. Está más que probado que los proyectos que resultan de este tipo de colaboración generan un desarrollo económico de alto impacto y el objetivo es que la Comunitat Valenciana y su tejido industrial sea referente en investigación, innovación y talento”.