Llegan las Navidades y, aunque la inflación no de tregua, llegan también los regalos y, con ellos, los envoltorios, que multiplicarán la cantidad de residuos que el mes que viene tendrán que tratar las plantas de reciclaje de todo el país. ¿Podemos hacer algo para reducir ese volumen inaceptable de basura que vamos a generar? Claro que sí: te explicamos cómo.

 

Que la caja forme parte del regalo

Olvídate de los papeles de colores y de las bolsas poco lucidas y elige cajas de cartón o de madera o, tambien, bolsas de papel o tela que merezca la pena guardar. Que el envoltorio se convierta en parte del regalo y tenga una utilidad que, a primera vista, pueda detectar la persona a quien agasajas. Esa caja recia, esa bolsa de lino o ese sobre de cartón decorado que has escogido para empaquetar ese regalo que sabes que va a hacerte triunfar seguro que no acaban en un contenedor.

 

Papel de periódicos

Sí: papel de periódico y, de paso, haces un favor a los esforzados editores de ese gremio, el de la prensa diaria, que tan mal lo está pasando. Los papeles de periódico son vistosos y, si dedicas un poco de tiempo e imaginación, van a llamar la atención más que cualquier papel de colores fabricado quién sabe dónde con nadie sabe qué tipo de tintas llenas de contaminantes.

 

No envuelvas

También es una opción: todo va en su caja o su recipiente y, seguramente, no es necesario gastar más tiempo que el que se precisa para colocar un lazo o, en un simple folio, escribir unas letras amables y sinceras con las que acompañar el obsequio. Evitarás engorros, contaminarás menos y, encima, te saldrá más barato y ahorrarás hasta tiempo.